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“No Nací Mamá”: la iniciativa que propone hablar de las maternidades reales

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No nací mamá

MATERNIDAD 

El proyecto nació en 2021 con la intención de acompañar a gestantes y puérperas; brindar información, apoyo y deconstruir estereotipos sobre la maternidad

La imagen de la maternidadparece intocable. Conceptos asociados a la plenitud, entrega y sacrificio aparecen como algo natural para las mujeres, como si ellas supieran instintivamente cómo ser madres. Poco se habla de la maternidad como un espacio imperfecto, complejo y hasta caótico. Menos aún se reconoce que el proceso de convertirse en madre puede ser muy solitario y doloroso.

Para acercar esta realidad y crear espacios de contención se gestó “No Nací Mamá. Me transformo en una”. Patricia Duarte (34) y Marianela Rosá (36), son las creadoras de la iniciativa que acompaña a gestantes y puérperas; brinda información, apoyo e invita a reflexionar acerca de la maternidad real y deconstruir estereotipos.

Amigas, madres y psicólogas especializadas en psicoterapia gestáltica y psicología perinatal quedaron embarazadas (2018) casi al mismo tiempo y atravesaron juntas las alegrías y angustias de la gestación y del puerperio. Su proyecto nació en 2021 cuando, después de culminar el posgrado, canalizaron su experiencia y la unificaron con su formación y vocación profesional.

“Nos dimos cuenta de que algo nos estaba pasando, que la maternidad nos atravesaba de una forma muy intensa. A partir de ahí se despertaron unas ganas irrefrenables de hacer algo con esto tan auténtico que sentíamos” cuentan.

Este impulso las motivó a poner en marcha talleres presenciales y virtuales, grupos terapéuticos y acompañamientos individuales. En redes sociales, también fomentan un trabajo pedagógico, comparten experiencias y reflexionan sobre temas como el parto, el puerperio y los mandatos sociales que rondan la maternidad.

“Como sociedad hemos construido la imagen de la maternidad rosa, donde las madres son hiper felices las 24 horas del día, se ven espléndidas recién paridas, dando la teta sin dolor ni sobresaltos. El “lado B” de la maternidad no está habilitado. A las madres nos genera mucha culpa sentir otras cosas aparte de felicidad y amor, podemos sentir que estamos “falladas”, “que no somos para esto”, remarcan.

Según las psicólogas, cuándo la realidad confronta esa imagen de plenitud — y la maternidad feliz y sonriente de la publicidad no es la experiencia vivida — empiezan las dudas y la comparación. Para atravesar todo eso, entienden que es fundamental tender redes y compartir con otras mujeres en confianza y en un ambiente libre de juicios.

“Todas han atravesado o están transitando momentos complejos en su vida y sus maternidades. Nos impacta fuertemente saber que todavía hay espacios donde no nos sentimos seguras para hablar de lo que nos pasa, que faltan espacios de cuidado, donde nos escuchen con atención, donde contemplen nuestras necesidades, aún falta mucha empatía y nosotras mismas sentimos que no podemos decir en voz alta algunas cosas porque son tabú, porque decirlas o sentirlas es de “mala madre”.

No naci mama
El proyecto nació en 2021 cuando, después de culminar el posgrado,  las profesionales canalizaron su experiencia y la unificaron con su formación y vocación profesional.

Cuidar a quien cuida

En un contexto de cambios corporales, sentimientos ambivalentes, consultas médicas, llegan consejos de todos lados: sobre el parto, el post parto, la crianza. Un bombardeo de información que genera temores y un sentimiento de inadecuación que muchas suelen atravesar calladas porque “está mal sentirse mal”. Aunque estén rodeadas de gente, muchas madres se sienten solas.

“Cuando hablamos de aislamiento y soledad no hay que imaginarse una persona sola en el medio del campo, casi incomunicada; hablamos de mujeres que nos cruzamos todos los días en la cola del supermercado, vecinas, maestras o directoras de una empresa. Nunca sospechamos que están padeciendo en silencio porque pueden mostrarse muy seguras o “con el control” de la situación”, sostienen. Para empezar a tratar del tema, afirman, hay que desromantizar la maternidad y reconocer la carga mental que acompaña a las madres.

“Es sumamente esperable que las madres se sientan abrumadas, perdidas, exhaustas, que experimenten emociones que parecen ser opuestas, que extrañen su vida anterior, que rompan en llanto, que se sientan frágiles”, explican. “Cambiemos los “Se te ve…” por los “¿Cómo estás?”, habilitemos el espacio de escucha que suele ser mucho más sanador que los consejos o recetas”, recomiendan.

El apoyo brindado por Patricia y Marianela empieza justamente con ese espacio de escucha y un direccionamiento en función de las necesidades de la mujer: un acompañamiento focalizado (volcado a un tema específico), un acompañamiento terapéutico desde la psicoterapia Gestalt, o el intercambio dentro de un grupo terapéutico con otras mujeres. Lo primero y fundamental, es hablar.

“La salud de la madre queda de lado luego de que parió, la salud mental incluida, aun cuando le toca atravesar uno de los momentos más exigentes en todos los sentidos. Es fundamental cuidar a quien cuida, una madre reciente necesita contención, apoyo, ayuda”, señalan.

Un cambio que debe ser colectivo

El paradigma de la crianza cambió, sostienen las expertas. Algo que es muy positivo, ya que trata de poner a las niñas y niños en el centro, como los sujetos de derechos que son. Sin embargo, si se cambia la forma de cuidar y educar, pero no cambia en quien recae la responsabilidad de esta crianza, seguimos reproduciendo dogmas.

“Nos encontramos en una coyuntura donde se promociona un tipo de crianza respetuosa para el niño pero que no se modifica la estructura patriarcal arcaica, para generar las condiciones que posibiliten la verdadera puesta en marcha de este tipo de crianza. El resultado de esa ecuación socio política es que las madres nos veamos una vez más exigidas y presionadas a ser “buenas madres”, “madres respetuosas”, cumpliendo al pie de la letra con las nuevas recomendaciones”, sentencian.

No naci mama
El apoyo brindado por Patricia y Marianela empieza con un espacio de escucha y un direccionamiento en función de las necesidades de cada mujer. Foto: Jessica de Souza

Con su trabajo apuestan a un cambio que debe ser también colectivo y pasa fundamentalmente por el respeto a los cuerpos de las mujeres y sus voluntades, por paternidades responsables y por la división igualitaria de tareas en el hogar y de la crianza. Cuestiones que, al fin y al cabo, van de la mano con la igualdad de género.

“Queremos generar una red, una tribu de mujeres madres donde cada una pueda expresarse desde su individualidad y ser escuchada sin juicios. Resonando unas con otras y sintiéndonos menos solas, acompañándonos para que cada una conecte más con su confianza básica y amor propio. Cuando las mujeres nos juntamos en espacios seguros y de contención, sucede la magia”, concluyen.

Próximas actividades

En junio y julio darán inicio a nuevos talleres para madres embarazadas. Un espacio para conectar con otras mujeres gestantes, acceder a información útil y trabajar temas como el miedo al parto y la preparación para el puerperio. “Trabajamos un formato distinto, no son las típicas clases de parto. Independientemente de la temática específica de cada encuentro, buscaremos que cada participante pueda conectarse con cómo es para ella el tránsito por este embarazo, serán instancias de gran trabajo personal, donde buscaremos que conecten con su cuerpo, con sus necesidades y capacidades. En cada encuentro haremos recomendaciones ajustadas a cada etapa que se alinean con la promoción y prevención de la salud mental materna” explican.
Para saber más sobre el trabajo que realizan e inscribirse en las actividades, pueden seguirlas en Instagram: @no_naci_mama o escribir al email [email protected]

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