Eli Tan
The New York Times
En 2020, Uber se encontraba en una encrucijada: la empresa había hecho una apuesta costosa por los taxis robot, pero el proyecto estaba plagado de problemas legales y consumía mucho dinero. Así que Uber se lo cedió a otra startup.

Pero cinco años después, el futuro de Uber parece más ligado que nunca a los coches autónomos. Ahora cree que puede adoptar taxis sin conductor sin gastar dinero en construirlos, a riesgo de ser superada por las compañías que sí lo hagan.

En los últimos meses, Uber ha redoblado sus esfuerzos en su «estrategia de plataforma», al asociarse con compañías de taxis robot como Waymo. En Phoenix, los pasajeros pueden pedir un auto Waymo a través de Uber, y en Austin, Texas, los coches de Waymo pronto lucirán el logotipo de Uber. La plataforma ahora tiene 15 asociaciones de vehículos autónomos, desde Waymo hasta compañías internacionales como WeRide y servicios autónomos de delivery como Avride.

Pero esos socios también son competidores. En diciembre, cuando Waymo dijo que se expandiría a Miami sin una alianza con Uber, las acciones de la app cayeron un 9%. Y la expansión de Waymo está lejos de terminar: el mes pasado, la compañía anunció que probaría sus vehículos en 10 nuevas ciudades este año.

Para Uber, la pregunta es si se verá superada por la expansión de los taxis sin conductor o si se verá atropellada por ella. «Nadie está seguro de qué tecnología ganará. Así que todos mantienen cerca a sus enemigos potenciales», analizó Tom White, analista de investigación sénior de la firma financiera DA Davidson.

Uber viene de informar que en su trimestre más reciente, sus reservas brutas crecieron un 18% respecto al año anterior y sus ingresos aumentaron un 20% hasta los US$ 12.000 millones, superando las expectativas de Wall Street.

Los analistas bursátiles preguntaron a los ejecutivos de Uber sobre su visión para el mercado de taxis robot en una conferencia telefónica el miércoles 5.

«Los primeros mercados a los que se va a acceder dependerán de la regulación», afirmó el CEO de Uber, Dara Khosrowshahi. «Creo que en los próximos cinco años, el mercado al que se accederá probablemente será del orden del 10% al 15% del total».

En la década de 2010, el entusiasmo en torno a los vehículos autónomos «probablemente superó a la tecnología», evaluó Andrew Macdonald, vicepresidente sénior de movilidad de Uber, en una entrevista. «Ahora eso está empezando a cambiar».

Es difícil decir si Waymo ha afectado el negocio de Uber, incluso en ciudades como San Francisco, donde los autos de Waymo son hoy una opción de transporte «convencional». (Khosrowshahi ha dicho que los taxis robot no han afectado la demanda de Uber).

Lyft, el principal rival de Uber, ha adoptado un enfoque similar respecto de los taxis robot, anunciando tres asociaciones autónomas propias desde noviembre y con más en proceso.

El valor de los taxis robot para Uber y Lyft es claro: la mano de obra es uno de sus mayores costos. Las empresas también imaginan un futuro en el que la gente comprará autos autónomos para usarlos como vehículos personales y, fuera del horario laboral, los alquilará a redes de transporte, dijo Jeremy Bird, director de experiencia del conductor de Lyft.

Pero por ahora, los taxis robot son más costosos que rentables y requieren una enorme cantidad de capital para desarrollarlos. Después de que General Motors, el propietario de Cruise, se retirara de la competencia de taxis robot en diciembre, la carrera por la autonomía se redujo esencialmente a dos rivales: Alphabet, la matriz de Waymo y Google, y Amazon, la dueña de Zoox.

Los usuarios de Atlanta y Austin podrán pedir pronto un Waymo a través de Uber, al igual que los de Phoenix. En esas dos ciudades, Uber también ofrecerá servicios de gestión de flotas, como limpieza y carga. La empresa se lleva una parte de los ingresos de cada viaje, entre el 10% y el 20%, según las estimaciones de los analistas.

La mayor oferta de vehículos en Uber y Lyft también acorta las esperas y reduce los costos para los clientes. Y ambas firmas ya operan negocios de gestión de flotas, por lo que asumir esos servicios para un socio como Waymo es conveniente, dijeron Macdonald y Bird.

Para los clientes, tener viajes en taxis robotizados en una app como Uber o Lyft es un atractivo en sí mismo. «Ese es el mayor beneficio para nosotros. Simplemente diversificar los tipos de opciones que los pasajeros tienen en la plataforma», explicó Bird.

Foto captura de video.

Pero el valor de una asociación con Uber para Waymo se vuelve menos claro en una ciudad como San Francisco, donde la demanda de Waymo ya excede la oferta.

Melissa Covarrubias, abogada de Phoenix, ahora solo viaja en Waymo, sintiéndose más segura y cómoda después de experiencias negativas con los conductores de Uber y Lyft, comentó. «Y el interior del Waymo es muy bonito y lujoso, y puedes seleccionar tu propia música», añadió.

Sean Campbell, también abogado en Phoenix, contó que Waymo se había convertido en su opción de transporte en un 35% de los casos, especialmente cuando iba a trabajar. Pero usa Lyft para llegar a eventos como partidos deportivos o conciertos, donde Waymo tendría que sortear grandes multitudes. «Lo bueno de Waymo, más allá de la tecnología, es que es divertido», cerró.