Victoria Ducasse siempre tuvo el sueño de viajar y mudarse de su Montevideo natal al exterior. En su familia era historia recurrente la experiencia de su abuelo, quien integró la primera generación del viaje de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de la República. Aquel viaje siempre le hizo ilusión, por eso, entre otras cosas, estudió para ser contadora. «Siempre dije: ‘me hice contadora para conocer el mundo’», contó a El Empresario desde su hogar en Eidhoven, Países Bajos, desde donde trabaja para una firma de travel retail.
Mientras estudiaba, ingresó a trabajar a KMPG como auditora externa, allí pasó parte de su carrera hasta que en 2015 se sumó a BASF. Tras dos años y medio, recibió una oferta laboral a través de LinkedIn de Dufry —hoy propiedad de Avolta—, especializada en travel retail y el negocio de free shops.
La firma se planteó montar centros de servicios financieros regionales. En Uruguay se instalaría el que se dedicaría al mercado americano y Victoria se unió como team leader de Reporte y Contabilidad, sin saber que tiempo después también estaría liderando el equipo de Cuentas por Cobrar, y llevando adelante junto a un colega el service center por casi siete meses sin un head, debido al fallecimiento de la persona que ocupaba ese cargo. El trabajo fue «toda una aventura», recordó.
La oportunidad
Con esa empresa tuvo sus primeros viajes de trabajo, voló a España, Suiza y Países Bajos. Y aquello impulsó más el deseo de vivir en el exterior.
Durante la pandemia la compañía cerró sus operaciones en Uruguay y migró el trabajo de los service center a una unidad global. Y la oportunidad que Victoria esperaba llegó: le ofrecieron un trabajo en Países Bajos como manager del área en la que trabajaba, para la división latinoamericana. Sin dudar lo aceptó. «Estaba convencida, se estaba dando lo que siempre había querido. Era imposible decir que no», contó. Así, junto a su mano derecha en la empresa emigró, aunque con muchos nervios, porque tenía 90 días para obtener su visa de trabajo, poder sumarse a la firma y cumplir su sueño de vivir en otro país. Tras mucha adrenalina, dos días antes de que se terminara el plazo para obtener su visa la confirmación llegó. «Fue de película», contó.
Hogar
En su rol tuvo que contratar a muchas personas, y varios fueron uruguayos. El nivel de empleo es muy alto en ese lugar, destacó, y el país tiene mucha presencia extranjera, lo que hace muy diversos a los grupos laborales.
Hace más de tres años que Eindhoven es su hogar. Ahora su rol es de business controller, para HMSHost, otra unidad de Avolta dedicada a restaurantes. Su trabajo es de asesoría de negocios para Bélgica, Países Bajos, Suecia, Finlandia, Dinamarca y Noruega.
Reflexionando sobre su carrera comenta que tuvo choques culturales pero tras haber formado diferentes grupos de trabajo, hablar la mayoría del tiempo en inglés y un poco en español, en pareja con un holandés y haber logrado comprar una casa, asegura que el viaje valió la pena.
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