Por Antonio Larronda

Nunca se había planteado emprender. Lo hizo tras quedar sin trabajo y culminar su seguro de paro, en 2011. ¿Su idea? Crear una empresa de servicios que compitiera con su anterior empleo y tuviera como foco, la calidad. Ocho meses le costó tener su primer cliente. Hoy el grupo tiene 10 verticales de negocios, cinco spin-off y está presente en Inglaterra, Paraguay y Argentina. Cuenta con unos 70 clientes corporativos, cerca de 3.000 proveedores y ejecutó más de 1,5 millones de servicios. Su negocio crece entre un 30% y un 40% anual y para 2028 proyecta abrir en 20 países en todos los continentes. Nació en Montevideo hace 42 años; está casado y tiene dos hijos. En su tiempo libre disfruta leer y estar con su familia y amigos.

Rua Asistencia surge luego que se quedó sin trabajo, ¿cuánto tiene de emprendimiento por oportunidad y cuánto por necesidad?
La realidad es que yo no quería ser emprendedor. Siempre quise ser escritor, estudiaba abogacía y trabajaba de gerente en una multinacional, estaba muy cómodo, en mi zona de confort y no se me ocurría salir de ahí. Pero después de siete años trabajando, hubo una reforma y me despidieron. Al otro día empecé a buscar trabajo, no podía estar sin ingresos. Pensaba que al mes ya estaría en otro lado, primero buscaba en posiciones similares pero pasó un mes, dos, y bajé las pretensiones porque se me terminaba el seguro de paro. Llegó el sexto mes y se terminó. Entonces tomé conciencia de que tenía que hacer algo, decidí capitalizar lo que había aprendido y armar una empresa para competir con la que había trabajado. Me reuní con una persona en Lagomar, que era proveedor de auxilio mecánico con su empresa Red Uruguaya de Auxilio, le conté que estuve buscando trabajo por meses y que, como no había conseguido, quería armar una empresa. Me dijo, ¿qué precisás? Le respondí, un escritorio, un teléfono y $ 15.000 por mes. Totalmente absurdo. Pero aceptó y nace Rua Asistencia. Él es Óscar Churi, mi socio en Rua Asistencia. En un cuaderno hice el plan de negocio, diseñé la página web y las verticales de una empresa de servicios. El primer cliente llegó a los ocho meses, fue Vigilia, servicio de acompañantes que contrató traslado de ambulancias. Luego RSA nos pidió hacer las reparaciones para sus asegurados de hogar. El inicio no fue fácil.

¿Cómo llegaron esos primeros clientes?
Por la confianza que les brindé desde el inicio. Siempre trabajé con conducta, siendo amable y eficiente. Otro detalle es que rompimos con el paradigma de calidad del servicio al invertir en un monitoreo que garantice la experiencia del cliente de principio a fin. Además, lanzamos servicios innovadores para el hogar que apuntaban a la voluntad de la persona y no a un hecho fortuito, que es a lo que se asocia la asistencia de los seguros. Por ejemplo, instalación de electrodomésticos como los aires acondicionados.

¿Cuándo llegó al punto de equilibrio como negocio?
En 2013.

¿Cuántas verticales de negocios tiene hoy la empresa?
Unas 10 que se convierten en unas 60 prestaciones. Tenemos unas 70 empresas clientes como bancos, cooperativas, empresas de salud, de entretenimiento, entre otras. En Uruguay brindamos cobertura a más de 600.000 personas en forma indirecta, más otras 150.000 en forma directa. En total, hemos hecho más de 1,5 millones de servicios. Además, el grupo se conforma con varias spin-off. My Global Assist, asistencia en viajes para empresas y cliente final; Mashkady, una empresa de descuentos y beneficios en gastronomía, ocio y vestimenta que cuenta con más de 300 locales adheridos en todo el país; Onírica, agencia de marketing digital; Coopera Innovation Hub, el hub de innovación tecnológica del grupo y ServiciosYa, una app de servicios para el hogar.

Tenemos unas 70 empresas clientes. En Uruguay brindamos cobertura a más de 600.000 personas en forma indirecta, más otras 150.000 en forma directa. En total, hemos hecho más de 1,5 millones de servicios.

Diego Sayanes, CEO de Grupo Rua

¿Cuánto crece la empresa?
El año pasado fue cerca de 40%. Y los cuatro años anteriores fue cerca de un 30%. Para este año la proyección es superar un 40%.

De estos negocios, ¿cuáles son los principales en facturación?
Afortunadamente hoy no dependemos de uno en particular, hemos diversificado porque cuando teníamos concentrado en un cliente o una vertical era peligroso. Y si bien auxilio mecánico representa una facturación importante, su contribución al grupo es baja. Otras verticales tal vez no facturen tanto pero dejan más ganancias. En cuanto a zonas, en Uruguay el 60% es Montevideo y el resto corresponde al interior.

¿Las spin-off ya son independientes del grupo?
Sí, por ejemplo Onírica está gerenciada por un equipo independiente y si bien convivimos dentro del mismo edificio, a nivel societario y de rentabilidad es independiente. De todas formas, Rua es el 70% de la facturación del grupo. En total, en esta última trabajan 250 personas directamente y tenemos más de 3.000 prestadores que involucran cerca de 9.000 personas. De estos, un 30% tienen a Rua como su principal fuente de ingreso. Nuestro propósito es que cada vez más personas accedan a servicios de calidad. Trabajamos en una economía colaborativa y a través de esos modelos de negocios logramos mejoras en la vida de las personas en todos los países que estamos.

Leonardo Maine - El País

¿De qué rubros son sus principales clientes?
Los principales son financieras ya sea cooperativas, bancos y aseguradoras.

La empresa ya está en tres países, Inglaterra, Paraguay y Argentina, ¿por qué el primero fue Inglaterra?
En 2019 fui a una importante feria tecnológica en ese país y me encontré con personas del gobierno británico que hablaban del ecosistema emprendedor y nombraron el Programa de Emprendedor Global, una especie de incubación que ofrecen a emprendedores de otros países que tuvieron cierto éxito y que consideran pueden ser globales. Les hablé de Uruguay y de Rua. Me derivaron con el encargado del programa para Latinoamérica. Estuve con él, le hablé de la compañía y al mes me avisaron que me habían elegido. Y desembarqué con ServiciosYa como Service City y luego con Rua Assistance. Ahora puse en pausa el primero y estoy con el segundo. En Inglaterra crecimos con auxilio mecánico y asistencia domiciliaria, algo de asesoramiento jurídico-financiero. Hay que tener en cuenta que es un país con costos muy elevados y un mercado muy competitivo. Ahora estamos evaluando cambios en Service City.

Hoy estos mercados son un 30% del negocio, ¿cuándo estiman que pasarán la facturación de Uruguay?
En el transcurso de los próximos cinco años Uruguay será la filial más chica. Los otros países tienen más mercado para crecer. En ese período, el plan es estar en 20 países. Ya constituimos la empresa en España y en abril lanzaremos los primeros servicios. En mayo comenzaremos en Colombia, en Bogotá con Rua Asistencia y luego en México, Perú y Bolivia. Y para 2024, exploremos llegar a Brasil.

Hasta el presente el crecimiento ha sido orgánico, las aperturas serán con inversión propia.

Diego Sayanes, CEO de Grupo Rua

¿Están buscando inversión para esta expansión?
Hasta el presente el crecimiento ha sido orgánico, pero en algún momento lo tenemos previsto. Pero para estas aperturas no, será con inversión propia. ¿Por qué? No lo hemos necesitado. Y estratégicamente esperamos un momento que valga la pena, porque además, busco en un socio inversor que no quiera solo el rédito económico de corto plazo. Aceptaría uno que comparta la visión de tener «embajadas» de Rua en los países.

¿Le han ofrecido comprar la empresa?
Sí, pero no he llegado ni a escuchar las ofertas. Soy feliz con lo que creé y hago, lo vivo como una aventura apasionante y sé que tiene mucho para crecer.

¿Cuál es el diferencial de su empresa frente a otros negocios similares?
La idea es que los clientes encuentran en Rua Asistencia lo que necesiten para sumarle valor agregado a su propuesta. Queremos además de ser su socio estratégico, proveedores de servicio de calidad. Hay clientes que nos acompañan desde el inicio, el promedio de antigüedad es siete años.

Leonardo Mainé - El País

El tema de recursos humanos es algo que desafía a las empresas, ¿qué estrategia tienen para captar y retener talento?
Tenemos valores muy fuertes como dar el máximo siempre y al mismo tiempo conservar un ambiente alegre y divertido. Ser apasionados y consecuentes con conseguir resultados. Es un equilibro desafiante. Durante muchos años tuvimos una gerencia de felicidad en la compañía y tenemos un gerenciamiento integral del capital humano. Vemos a las personas como un todo, con su vida personal, porque queremos que estén bien acá y afuera. Nos ha pasado de poner a disposición todos nuestros servicios a los empleados, por ejemplo el jurídico, o que traigan a sus hijos al trabajo si lo necesitan. Y también promovemos que se desarrollen porque la empresa está en constante transformación. A las personas les viene bien y a la empresa también.

Con Innovation Hub tienen experiencia con emprendedores, ¿cómo evalúa la calidad del ecosistema?
Muy bueno, hay una ebullición y el Estado contribuyó mucho, también las aceleradoras, incubadoras y universidades. Por el hub ya han pasado más de 100 startups, la mitad estaban bien encaminadas. Hemos trabajado mucho con varias que podrían generar buena sinergia con el grupo, pero también buscamos empresas de otros perfiles. Y hemos invertido en unas cuatro startups.

¿Cuáles son los próximos planes de la empresa?
Lanzaremos una nueva spin-off relacionada a seguridad pero con una propuesta de valor disruptiva que revolucionará el mercado y veo al grupo con presencia en todos los continentes.

«En mi vida siempre está latente imaginar algo diferente»

Con 18 años, por la separación de sus padres, se hizo cargo del negocio familiar en Argentina, ¿qué aplica de lo aprendido en Rua?
Me dio cierto aplomo, un pensamiento más estratégico. Esa primera empresa cerró luego de tres años, me fue mal y nos vinimos a Uruguay. También me ayudó con Rua mis años de estudio de derecho, que no terminé para dedicarme a la empresa, por ejemplo, la mayoría de los contratos los hacía yo. Otra cosa que me ayudó es mi pasión por la lectura, sobre todo la fantástica, que enseña que siempre hay una realidad diferente posible y que nunca hay que tomar las cosas por dadas. En mi vida de emprendedor y empresario eso está siempre latente, imaginar siempre algo diferente.

Le llevó más de dos años llegar al punto de equilibro, ¿Evaluó dejar todo?
Solo una vez, cuando recién comenzaba con Rua. Me contactó un empresario muy importante y me ofreció trabajo por un gran monto. Con Rua no había conseguido ningún cliente pero venía del mundo corporativo, había sufrido ese desengaño y estaba obsesionado con que Rua llegara a buen puerto.