La digitalización desafía a uno de los sectores más tradicionales: el bancario. Fintech que innovan a un ritmo acelerado, reguladores que no avanzan a la misma velocidad del mercado y clientes que eligen qué servicio usar según el país, ponen en jaque a los bancos.
Ante este panorama, Scotiabank avanza apalancado en su red global. Sobre los planes de innovación, la estrategia de inversión en startups y la visión de las fintech como aliadas, conversó Luis Alfredo González, vicepresidente senior y chief information officer (CIO) de Banca Internacional en Scotiabank, con El Empresario.
A continuación, un extracto de la entrevista.
-La velocidad de innovación en el sector financiero es vertiginosa, ¿qué desafíos y oportunidades ven en este escenario?
-Lo más complicado es que muchos reguladores cambian con el gobierno y tienen un período de adaptación largo. Esto muchas veces hace que todo lo que habíamos avanzado en conjunto -en aspectos como cloud migration, digital payments- se ralentice. El banco tiene dos públicos: el propio y el gobierno. Y a veces, cuando vamos a proponer una idea para nuestros clientes, el otro público, el gobierno, la enlentece. Estamos tratando de romper el mercado mientras vienen jugadores jóvenes que te rompen a vos, como Nubank o Revolut, y dan tres vueltas al mercado. Son jugadores que no son bancos, que arrancaron con algún servicio pero hoy tienen muchas de las funcionalidades de los bancos.
-Hoy la digitalización en la banca es un commodity. ¿Cuáles son las principales líneas de trabajo en Scotiabank en esa dirección?
-Lo primero es que no puedes digitalizar más de lo que el mercado te acepta. Tenemos presencia en más de 17 países a nivel mundial; acabamos de comprar parte de un banco y podemos traer una funcionalidad muy buena de Singapur, pero el mercado no hace match. Por ejemplo, en el diseño en las aplicaciones móviles. Sudamérica es más del diseño horizontal, y México y Norteamérica es más del modelo vertical. Te diría que uno de los desafíos más grandes es la adopción por mercado y qué tan rápido puedes digitalizar para que el cliente lo acepte. Tenemos el ejemplo del open banking en Chile. Desarrollamos una funcionalidad para que ingreses tu usuario y contraseña en tu banco y si quieres pasarte al nuestro, a través de web scrapping traemos el perfil completo. Es como pasar tus datos de un celular a otro, (pero) muy poca gente lo usa. Otro punto es la ciberseguridad. Cada funcionalidad nueva es una oportunidad para que ataquen.

-¿Cómo deciden qué lanzarán en el ámbito digital?
-El mercado es clave. Hay que conocer cuál es la expectativa del cliente. El banco nos permite avanzar, tiene una mentalidad súper innovadora.
-¿Qué es lo que más quiere el cliente hoy?
-Quiere capacitación sobre inversión, no quiere ver su dinero en la cuenta ganando poquitos intereses cuando el mercado le permite invertir. Esto está creciendo. Quiere tener su banca en línea 24/7. Y se lo tenemos que ofrecer con tecnología. Si el cliente quiere hacer una inversión o pagar un servicio a las tres de la mañana, debe poder hacerlo. Lo otro que demanda es transparencia. Quiere saber cuál es la mejor forma de invertir, quiere contar con el consejo de los ejecutivos o de plataformas de inteligencia artificial para sacarle mayor provecho a sus productos. Por eso vamos a lanzar un nuevo ecosistema de inversiones que permitirá hacer lo que el mercado demanda: certificados a plazo, fondos más estructurados a nivel de fondos mutuos, transferencias al extranjero peer-to-peer desde la app, cambios preferenciales. Además, tendrá un front-end segmentado por tipo de cliente para el envío de promociones personalizadas.
-¿Cómo es el camino de innovación del banco: adquirir startups o innovar internamente?
-No somos de comprar empresas, pero sí de invertir en ellas para fomentar la innovación. La innovación interna se fomenta mucho también.
-¿Por qué no compran startups?
-Porque muchas veces cuando las integras al banco se permea la burocracia bancaria. Ellos tienen mucha más velocidad que nosotros porque no están tan regulados y nosotros tenemos el capital.
-¿Tienen en la mira alguna startup uruguaya para invertir?
-Estamos en una constante revisión de opciones en el sector de adquirencia. Hay varias startups uruguayas que podrían ser interesantes en este modelo. Estuve en Uruguay, vi una lista completa y la estoy compartiendo con los equipos globales, porque queremos buscar una estrategia estructurada de adquirencia a nivel global, y ahí también estamos poniendo el foco en lo que hemos visto en Uruguay.
-En los últimos años, el sector fintech evolucionó, aparecieron billeteras digital, nuevos medios de pago y bancos digitales. ¿Cómo se enfrentan ustedes a este nuevo escenario?
-La política es: abracemos esto. Llegó para quedarse. Y si lo hablas con Visa, Mastercard o American Express, te dicen exactamente lo mismo. Los bancos simplemente nos vamos a integrar en algún punto. Al final, lo que yo quiero como banco es tener los fondos de tu cuenta y habilitar dentro del mismo canal digital la billetera para que tú la puedas utilizar como quieras, ya sea con Visa, American Express, Mastercard, Pix en Brasil, la moneda digital que se está construyendo en Jamaica, CoDi en México. Por lo tanto, lo que buscamos es integración y facilitarle la vida al cliente. Ahora lo popular son las wallets tokenizadas Como Google Pay, Apple Pay, WinPay, Garmin Pay. Por eso en Uruguay salimos con Google Pay ahora y en junio con Apple Pay. No queremos que andes con tu plástico y estés inseguro; usa tu wallet, tu watch y compra lo que quieras, donde y con el modelo que quieras.

-¿Cuánto de toda la operación de Scotiabank pasa por el canal digital en Uruguay?
-Más del 70% pasa por digital.
-¿El futuro es bancos o startups o bancos y startups?
-Te diría que es con «y». Cuando me he sentado con mis pares de tecnología de estas empresas, lo que hago es agradecer porque están bancarizando una población que merece estarlo. Siempre son competencia, pero nacen como complementos, son una necesidad básica de un mercado. Te pongo el caso de México. Solo el 36% de la población está bancarizada, entonces queda mucho trabajo por delante a los bancos para poder bancarizar como se ha hecho en Uruguay o en Chile, donde (la bancarización) supera el 85%.
Personas bancarizadas es igual a personas monitoreadas a nivel del sistema de recaudación de impuestos. Y una recaudación de impuestos correcta, en manos correctas, genera desarrollo humanitario, tecnológico, educacional y de salud.
-¿Cuál el principal negocio del banco entonces?
-El modelo de negocio cambió después de la pandemia. El que tenga los depósitos gana, porque puede invertir la liquidez en diferentes instrumentos. Al final, la banca y sus derivados son la base de la economía. Y hay diferentes competencias, pero lo bueno de todo es que las startups están trayendo el concepto de la banca alrededor de ellas; nos están permitiendo que el cliente se bancarice y eso es súper bueno. Una economía en negro no es una economía buena. Por lo tanto, un sistema más bancarizado te permite formalizar la economía y crecer. Yo puedo tomar el historial de otras plataformas para ofrecerte un préstamo.
-El desafío es cómo los bancos seducen a ese nuevo público que elige una opción más ágil…
-El desafío es facilitar una smooth migration dentro de otra aplicación, el open banking. Y para seducir hay que ofrecer mejores productos, más capacidad en una tarjeta de crédito, más beneficios, facilidad para abrir una cuenta en otro país, etcétera. La clave es cómo somos más atractivos, cómo hacemos más «sexis» los productos para que el cliente quiera emigrar.
-¿Qué papel juega la digitalización y la tecnología en todo esto?
-Hoy sin tecnología, no hay banca. No puedo masificar la banca sin tecnología porque ya no puedo abrir más sucursales.
-Ante el avance de los servicios digitales en el sector, ¿qué lugar queda para el banco físico?, ¿cree que va a desaparecer?
-No. Hay personas mayores que usan la banca, aún existe mucho manejo de efectivo, aunque lo tienes en la palma de la mano en el canal digital. Nunca hemos sido de la visión autoritaria de decir: «cerramos por conveniencia nuestra». Nos debemos al cliente.
-La ciberseguridad es un desafío para la banca, ¿cómo trabaja Scotiabank este tema?
-(Los ciberdelitos) siempre van adelante porque no tienen reguladores y con la inteligencia artificial avanzó más. Llamadas falsas que utilizan un sintetizador de voz artificial para hablar como tu madre, tu padre, tu hijo o tu pareja. Es una lucha constante. ¿Qué estamos haciendo contra eso? Hay mucha inversión desde casa matriz para evitar fraudes, estafas o baches de seguridad. Por ejemplo, no hay aplicación que salga a producción sin un pentest (prueba de penetración) para determinar si existe alguna puerta abierta donde alguien pueda entrar. No se permite loguear por bots. En Uruguay hay herramientas de biometría de comportamiento que permiten saber si el usuario es quien dice ser. Por ejemplo, usamos el giroscopio del celular y evaluamos si levanta el teléfono con la mano izquierda o derecha. O si se loguea en su casa a las 2 de la tarde para hacer pagos de servicio y luego se registró desde Brasil a las 5 AM. Hay dobles factores de autenticación. En cantidad de ataques, Uruguay creció poco respecto a otros países.
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