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Una muñeca es calva. Otra tiene una prótesis de pierna. Y el cabello oscuro y rizado de otra se retira de su rostro para mostrar que tiene vitiligo. Son tres de las nuevas muñecas Barbie que Mattel está aclamando como su «línea de muñecas más diversa», que presenta «más tonos de piel, tipos de cabello y formas corporales que nunca».

Las muñecas, que se dieron a conocer la semana pasada, son el último intento de la compañía de alejarse de la imagen de Barbie, ya que el ícono rubio imposiblemente delgado fue culpado por distorsionar la idea de belleza, tono de piel y forma del cuerpo de los niños pequeños. «Creo que esto es lo mejor que podría sucederle a los niños», dijo Stella Pavlides, presidenta y directora ejecutiva de la American Vitiligo Research Foundation en Clearwater, Florida, un grupo de defensa para personas con la afección.

La fundación presenta historias de niños, hombres y mujeres jóvenes con vitiligo, una enfermedad autoinmune sin cura conocida en la que el cuerpo ataca a las células que le dan color a la piel.

Barbie, que supo ser una de las muñecas más vendidas del mundo, luchó por mantenerse relevante a principios de la década de 2000, mientras otras compañías de juguetes comenzaron a fabricar muñecas que mostraban más diversidad y los padres alejaron a sus hijos de una muñeca que se había convertido en un emblema poco realista e incluso tóxico.

En 2010, la compañía se vio obligada a disculparse por un libro sobre Barbie y las computadoras. En el libro Puedo ser ingeniero informático, Barbie le explicó entre risas a su hermana pequeña, Skipper, que solo podía diseñar un cachorro en su computadora portátil. «Necesitaré la ayuda de Steven y Brian para convertirlo en un juego real», dijo.

En 2016, Mattel lanzó la línea Barbie «Fashionista», que incluía tipos de cuerpo más curvos y diferentes tonos de piel, rasgos faciales y texturas de cabello. Ahora hay 176 muñecas con las nuevas incorporaciones presentadas la semana pasada.

En 2019, Mattel comenzó a vender Barbies en sillas de ruedas y afirmó que más de la mitad de todas las muñecas vendidas por la compañía provenían de colectivos diversos. Ese año, la más vendida casi todas las semanas era una Barbie negra con curvas con un afro, según un vocero de Mattel.

Ese mismo año, Mattel anunció que las ventas de Barbie habían alcanzado un máximo de cinco años.

«Mattel realmente se está poniendo al día y se da cuenta de que más del 50% de los niños provienen de entornos que no son familias blancas», dijo Rebecca Hains, profesora de medios y comunicación en la Universidad Estatal de Salem en Massachusetts y autora de The Princess Problem: Guiando a nuestras chicas a través de los años obsesionados con las princesas. Agregó: «Si quieren mantener esa cuota de mercado, deben hacer lo que están haciendo ahora».

Lisa McKnight, vicepresidenta senior y gerente general de la cartera de muñecas y muñecas de Mattel, dijo que la línea de muñecas «continúa evolucionando para reflejar mejor el mundo que las niñas ven a su alrededor».

«Sabemos que nuestros esfuerzos están resonando con ocho trimestres consecutivos de crecimiento», dijo en un comunicado.

«Me gusta lo que está haciendo Mattel», dijo David Hagenbuch, profesor de ética en marketing en Messiah College en Mechanicsburg, Pensilvania. Sin embargo, lo matizó: «Es una Barbie con curvas, pero si igualaras su peso con el peso de la mujer o el hombre estadounidense promedio, todavía estaría muy lejos. Si afirman que representan a la sociedad de todas las formas y facetas, no lo están haciendo. Ninguno de nosotros somos perfectamente proporcionados o simétricos como estas muñecas».