Es de Guatemala, creó Duolingo porque quería aprender inglés y hoy es multimillonario gracias a la plataforma

Un simpático e insistente búho de plumaje verde asoma a diario en millones de teléfonos en todo el mundo. Su aparición es un recordatorio inequívoco: es hora de aprender idiomas. Con un método de gamificación y acceso gratuito, la plataforma Duolingo se ha convertido en la aplicación más popular con ese objetivo.
Al frente de la compañía edtech se encuentra Luis von Ahn (47), quien la cofundó en 2011 junto al científico computacional suizo Severin Hacker. Hoy, su fortuna supera los US$ 1.100 millones, según la revista Forbes.

Von Ahn nació y creció en Guatemala, hasta que en 1996 emigró a EE.UU. para estudiar matemáticas en la Universidad de Duke. En el año 2000, ingresó en la Universidad Carnegie Mellon para cursar una maestría en Ciencias de la Computación. Esa experiencia le cambió la vida: el entonces jefe científico de Yahoo! comentó en una clase los principales problemas que el gigante tecnológico no lograba resolver. Uno de ellos era la proliferación de programas maliciosos que robaban cuentas de correo electrónico.

Von Ahn puso manos a la obra y creó el sistema Captcha, que mediante un mecanismo de autenticación basado en preguntas y respuestas distingue humanos de robots online. La herramienta sirvió de base para el programa de verificación Recaptcha -el famoso «No soy un robot»-, que vendió en 2009 a Google en una cifra que convirtió al emprendedor en millonario.

«550 horas»

Dos años después de la venta, Von Ahn cofundó Duolingo a partir de su deseo personal de aprender inglés y de observar las dificultades de acceso a la educación en su país natal.

«En Latinoamérica, y en Guatemala en particular, si tienes dinero puedes comprar una muy buena educación, pero si no lo tienes, a veces ni siquiera aprendes a leer y escribir», explicó en una entrevista con la cadena británica BBC.

Para garantizar su accesibilidad, la app combina funcionalidades gratuitas con publicidad y una suscripción de pago que ofrece una experiencia sin anuncios y un plan familiar. Un 10% de los usuarios abona la membresía, lo que genera el 80% de los ingresos de la compañía, mientras que un 90% utiliza la versión gratuita.

Las lecciones, caracterizadas por su formato lúdico y sencillez, facilitan el aprendizaje. De todos modos, para «hablar suficientemente bien» un idioma a través de la plataforma «se necesitan en promedio unas 550 horas», aseguró von Ahn a The New York Times. «A veces la gente me dice: ‘Tengo una racha de 1.000 días. ¿Por qué no hablo con fluidez?’. Si solo hacen una lección al día, son tres minutos. Una racha de 1.000 días son 50 horas», explicó.

Sobre este esquema la compañía construyó su éxito y en 2021 salió a bolsa. Hoy está valuada en US$ 8.650 millones y emplea a 1.000 personas. El año pasado facturó casi US$ 750 millones.

En noviembre, en una carta a los accionistas, el CEO y cofundador de Duolingo destacó que en el tercer trimestre del año alcanzaron un hito al superar los 50 millones de usuarios diarios. En su gran mayoría, los clientes utilizan la plataforma para aprender idiomas, aunque hoy también es posible desarrollar habilidades en matemáticas, música y ajedrez, entre otras disciplinas.

Para Von Ahn, este es solo el comienzo del negocio, según afirmó en la carta a los accionistas. «Creemos que estamos en las primeras etapas de nuestro viaje y, al seguir priorizando a los estudiantes, creemos que nos convertiremos en una empresa mucho más grande a largo plazo».