Era 2015 cuando en una cocina de Dallas, Texas, Allison Ellsworth —una licenciada en Sociología, madre y esposa— experimentó mezclando agua con gas, jugo de frutas, prebióticos y vinagre de sidra de manzana para crear una bebida que fuera rica y saludable a la vez. Le gustaban los refrescos, pero quería consumir algo con menos azúcar de lo que encontraba en el mercado y sin resignar sabor.
De aquel experimento nació un emprendimiento que llamó Mother Beverage y que 10 años después, y bajo otro nombre, la convirtió en millonaria tras firmar un acuerdo con la multinacional PepsiCo.
Todo comenzó cuando la emprendedora, junto a su esposo Stephen Ellsworth, decidieron embotellar en vidrio su producto efervescente y lo presentaron en un mercado local de agricultores, iniciando así un pequeño negocio familiar.
Sus primeros inversores fueron amigos y familiares, pero el rumbo del proyecto cambió cuando decidieron buscar más capital para escalar en el mercado. El gran salto llegó en 2018, cuando la pareja se presentó en el programa de televisión Shark Tank y obtuvo una inversión de US$ 400.000 de parte del empresario Rohan Oza, a cambio del 25% de las acciones de la empresa. Tras esa aparición en televisión, las ventas se dispararon, y bajo la dirección de Oza, los emprendedores hicieron un rediseño completo de la marca. Así, las botellas de vidrio se sustituyeron por latas coloridas y el producto pasó a llamarse Poppi. Luego de esos cambios, las ventas continuaron creciendo y la bebida se ganó un lugar en el mercado minorista de EE.UU.
«Apuesta estratégica»
La presencia de Poppi en el mercado se vio impulsada por una fuerte comunidad de clientes y una exitosa estrategia de redes sociales. Distintos famosos comenzaron a consumir y a recomendar la bebida, lo que le dio gran visibilidad a la marca y la puso en el radar de la multinacional PepsiCo, que se interesó en invertir en ella.
En mayo de este año, la multinacional adquirió Poppi para incorporar sus bebidas —actualmente unas 17 variedades— a su portafolio. La operación se cerró en US$ 1.950 millones e incluyó US$ 300 millones de beneficios fiscales anticipados. El acuerdo comercial, según detalló la compañía en un comunicado, también incluye un pago por ganancias que está sujeto a métricas de rendimiento.
Tras la compra, el director ejecutivo de PepsiCo, Ram Krishnan, dijo que Poppi representa para la empresa «una apuesta estratégica» que se alinea con su visión a corto y largo plazo del mercado de las bebidas. «Su rápido crecimiento, la sólida participación del consumidor y su posicionamiento funcional diferenciado la convierten en una incorporación dinámica a nuestra cartera. Nos entusiasma aprovechar el impulso de Poppi y generar un nuevo crecimiento gracias a nuestras capacidades; esto es solo el comienzo», expresó el ejecutivo.
TikTok y su «efecto derrame»
Poppi se popularizó entre millennials y centennials gracias a que su fundadora se encargó de hacerla conocida en TikTok, donde tiene más de 740.000 de seguidores y más de 8 millones de likes. Así, el negocio adoptó un enfoque centrado en la comunidad y la cultura digital.
Poppi se comercializa en los principales comercios minoristas de EE.UU., aunque se espera que tras el nuevo acuerdo firmado con PepsiCo, su presencia en el mercado se extienda aún más. La marca de refrescos ofrece actualmente una variedad de 17 sabores, todos con bajas calorías.
Parte de la popularidad que esta línea de bebidas ha ganado se debe a sus colaboraciones con celebridades como Hailey Bieber, Kylie Jenner, Jennifer López, Billie Eilish y Russell Westbrook, entre otros influencers y famosos.
La empresa también ha desarrollado una fuerte presencia en el mundo del espectáculo en EE.UU. en estos años. El primer paso en esa dirección se concretó luego de que la fundadora de Poppi participara en Shark Tank. Más recientemente, la empresa hizo una fuerte apuesta en publicidad y por dos años consecutivos (2024 y 2025) fue una de las grifas presentes en la famosa tanda del Super Bowl donde celebridades como el influencer Jake Shane la promocionaron.
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