La contadora Leticia Guillén llevó su afición a la gastronomía un paso más allá y se profesionalizó. No solo eso, contagió su pasión por la cocina a Diego Godoy, su esposo, y juntos dieron vida a Acevedo, pan y café. Lo que empezó como un local pequeño y hasta tímido, hoy se ha transformado en un espacio donde sirven mucho más que cafés, panes o bollería.

«Siempre digo que le contagié el gusto por la cocina; en plena pandemia abrimos el primer local. Cada vez nos gustaba más cocinar, Diego empezó a estudiar y a hacer panes de masa madre. Cada vez le salían mejor y más hermosos, y decidimos armar una panadería donde vendíamos lo que no estaba en otros lugares», contó Guillén.

A los panes y pastelería le sumaron bollería francesa, pero mantuvieron precios competitivos. «Empezamos jugando a hacer algo distinto y tuvimos que contratar gente porque estábamos desbordados», recordó la emprendedora.

En determinado momento, el local de la calle Eduardo Acevedo les quedó chico y necesitaron más espacio. Recorrieron el barrio y dieron con el actual, que está en Durazno 1914. Se mudaron a tres cuadras y pegaron el estirón.

Nueve personas trabajan durante la semana en Acevedo y sábados y domingos pueden ser hasta 12. A las delicias panificadas sumaron café de especialidad. Y al menú de café, agregaron platos para el almuerzo o brunch de fin de semana.

«Este local recibe un sol hermoso, tiene un patio divino. Logramos darle a nuestros clientes un lugar donde instalarse y disfrutar», detalló Guillén y confesó que ahora se transformaron más en cafetería que en panadería, aunque la posibilidad de pasar a comprar el pan en modalidad take away se mantiene.

Acevedo ofrece al mediodía plato del día, propuesta que siempre incluye entrada principal, pan y café ($ 490). Las meriendas —que tientan con tostón, huevos benedictinos, palta, croissants rellenos o french toast— también están a la orden del día. Sábados y domingos la casa cautiva con un brunch que incluye plato principal, jugo, yogur con frutas y cereales, postre y café ($ 890). Todo es imperdible.