Mercado de trabajo: reglas de juego de cara a la negociación salarial

Política de ingresos, segmentación laboral y rigideces estructurales: entre insiders y outsiders

Compartir esta noticia
Persona que busca trabajo. Foto: Estefanía Leal.
Produccion fotografica de gente buscando trabajo en el portal de El Gallito Luis en telefono celular smartphone, en las oficinas del diario El Pais en Montevideo, busqueda de empleo, desempleo, pagina weg Gallito.com.uy, ND 20220421, foto Estefania Leal - Archivo El Pais
Estefania Leal/Archivo El Pais

Uruguay enfrenta unnuevo ciclo de negociación colectiva en un contexto de inflación contenida. La coexistencia de reglas salariales rígidas para los trabajadores formales y una persistente informalidad plantea desafíos para alinear la política de ingresos con el resto de la macroeconomía. Esta columna revisa el marco insider–outsider y sus límites para explicar la segmentación laboral local.

El punto de partido de una política macro: la macro

En los próximos meses comenzará una nueva ronda de negociación salarial, clave para definir la política de ingresos del actual gobierno. Esto deberá ser compatible con la política fiscal que se defina a partir de septiembre (Ley de Presupuesto) y con la ya anunciada política de Estado de inflación baja y estable. La coherencia entre las principales políticas económicas será fundamental para afirmar un entorno macroeconómico consistente.

En la columna de febrero analizamos los desafíos de la desindexación, sobre lo cual consideramos que la economía uruguaya aún está a tiempo de adoptar alguna iniciativa, dado los niveles inflacionarios actuales.

Para esta columna, retomamos el punto de salarios y del mercado de trabajo, para examinar cómo ciertas rigideces estructurales pueden limitar la efectividad de la política de ingresos. De hecho, el mercado laboral uruguayo, como otros, se puede dividir en dos segmentos, uno informal que queda fuera de los beneficios logrados por el segmento formal, el de los formales. A su vez, la existencia de una serie de reglas que se establecen en ese segmento formal, explica rigideces que pueden impedir el acceso de los informales a la formalidad.

¿La informalidad explicada por los de adentro?: insiders-outsiders

Este tipo de problemática ha sido abordado por el enfoque de insiders-outsiders. En mercados con alta cobertura colectiva, la adopción de reglas puede extenderse desde la definición de pautas salariales que en algunas circunstancias condicionan la expansión del empleo —sobre todo y en primer lugar al sector formal— y hasta en algunos sectores puntuales reglas que pueden afectar la libertad de contratación, tanto por la posible existencia de nóminas de prelación como las viejas “bolsas de trabajo”.

En el caso de Uruguay, no obstante, este marco insiders-outsiders tiene limitaciones. En una de nuestras columnas del pasado año, sobre los trabajadores informales, veíamos que una parte importante de esos “outsiders” no mostraba interés claro en ingresar a la formalidad (un 67% de los informales manifestaba no estar buscando otro trabajo al que tenían).

Lo anterior nos lleva a interpretar que es posible que las propias características de la oferta en el mercado de trabajo de esos informales (baja calificación, unipersonales, mayores de edad, entre otras características), los hacía considerar que los beneficios de formalizarse no compensarían los costos o riesgos de hacerlo. Hipótesis lejos de probarla en esta columna, pero que ya debilita el marco insider-outsider. Quizás la excepción fue la pandemia, en la que se dio una caída sustancial del empleo informal, con un comportamiento que podría ser atribuible a una posible opción de las personas por buscar trabajos con cobertura.

Pero, además, es necesario matizar la visión de que los insiders bloquean un acceso deseado por los outsiders: la segmentación también se sostiene por la propia estructura de oferta y demanda del mercado de trabajo, y, en última instancia y del punto de vista, micro, por la estructura productiva de la economía uruguaya.

En primer lugar, pongamos esto en cifras: aunque Uruguay redujo la informalidad en las últimas décadas, persiste un núcleo duro de trabajadores excluidos del registro a la seguridad social, con sus consecuencias.

.
.

Tal como lo señala el gráfico 1, aproximadamente 1 de cada 5 ocupados son informales. A su vez, de acuerdo con las estimaciones de los microdatos del primer semestre de 2024 (últimos datos disponibles hasta dentro de unos días cuando se publique la información del segundo semestre del pasado año), los ocupados informales alcanzaban a 382 mil personas, tal como se aprecia en el cuadro 1.

.
.

Insiders: ¿las reglas contra un exceso o el exceso de las reglas?

¿Por qué en la macro una regla que protege contra el exceso en contra de los trabajadores puede convertirse en un exceso de las reglas contra el ajuste macro? Veamos. Al poner una regla para el crecimiento del salario (lo que es totalmente atendible y compartible desde un punto de vista social, para proteger al trabajador contra excesos que no le permitan acceder a las ganancias del crecimiento), si la economía va bien, puede tolerar dicha dinámica, pero dicha regla, se va a convertir en un exceso que impide que la economía se ajuste en momentos de baja o incluso de desaceleración. ¿Por qué? Porque esas reglas introducen rigideces que al momento que las empresas necesiten reducir costos, incluso para mantener el empleo (recordemos lo sucedido en la pandemia), al contar con esa regla de incremento salarial, van a sacrificar empleo.

Es por lo anterior que resulta clave lo que definan las pautas de los Consejos de Salarios.

La política salarial formal en Uruguay ha estado fuertemente estructurada por las pautas definidas en los Consejos de Salarios. Desde su reinstauración en 2005, el mecanismo de ajuste salarial ha transitado distintas fases: primero con indexación a la inflación pasada y recuperación del salario real; luego con ajustes nominales que intentaron combatir la inercia; y más recientemente, con esquemas transitorios pospandemia.

Outsiders: no basta con romper rigideces sino con reformas

Si analizamos a los informales (outsiders), como vimos hace un año, y cuyas características no van a cambiar en el mediano plazo, vemos que tienen condiciones estructurales como nivel educativo, edad, tamaño de la empresa (que se agregan a esas reglas insiders-outsiders) como para no darles, quizás, muchas razones para salir de informalidad. Veamos el gráfico 2, que nos muestra lo que quizás resumen esa diferencia entre ambos segmentos: los ingresos que obtienen por su trabajo. Mientras que los informales obtenían una mediana de 14.000 pesos en el primer semestre de 2024, los formales obtenían una mediana de 46.000 pesos. El ingreso de los outsiders es una tercera parte de los insiders.

.
.

En suma, el próximo desafío salarial implica primero coordinar con las demás políticas económicas —y ojalá aproveche las ventanas aún existentes para poder avanzar en desindexar aunque sea parcialmente— pero también, en segunda instancia, entender que el mercado laboral responde ante algunas segmentaciones, estructurales pero que también responde a determinadas reglas que siempre deben estar atentas a no convertirse en barreras de entrada a una oferta de trabajo que pueda actuar lo más flexible posible. Seguramente quedan otros deberes, que atiendan al perfil de la oferta laboral (¿otra vez la educación?), pero eso excede el espacio de esta columna.

-Economista Ramón Pampín, Manager en PwC

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar