Por Dani Blum
En videos de TikTok, se hacen gestos de asco al meter una cuchara en frascos de lo que parece ser una baba verde. Algunos arrugan la nariz al tragarse una porción; otros huelen la cuchara y le sonríen a la cámara.
Hay varias personas en Internet que han elogiado los beneficios para la salud que tiene que el musgo marino: una verdura marina de la familia de las algas que está llena de nutrientes como folato, vitamina K, vitamina B, hierro, yodo, magnesio, zinc y calcio.
Si bien la planta puede comerse cruda y en suplementos -pastillas, polvos y gomitas- por lo general se vende en forma de gel, que se elabora remojando la planta seca en agua, mezclándola y dejándola reposar en el refrigerador. Algunos afirman que una cucharada al día puede sanar el intestino, limpiar la piel, regular el ciclo menstrual, reforzar el sistema inmunitario o ayudar a perder kilos. Pero, ¿hay fundamento científico?
¿Qué es?
Es una verdura de mar con filamentos y espigas que se parece a la lechuga italiana o frisée cuando está en el océano. Prolifera a lo largo de las costas atlánticas, principalmente entre Norteamérica y Europa, y en las aguas cálidas de Asia, Sudamérica, África y partes del Caribe.
Los fabricantes de alimentos la cosechan por su carragenina, un ingrediente que actúa como espesante en alimentos como helados, leche con chocolate y cremas.
Como es tan rico en nutrientes, a veces la gente lo consume con la esperanza de mejorar su salud, mezclándolo en licuados, pudines o se lo come directo del frasco.
El gel muchas veces sabe a pescado y tiene una textura resbaladiza y viscosa. El musgo marino crudo llega a tener un sabor terroso y oceánico a la vez, parecido al de una ostra o una almeja, y resulta desagradable para algunas personas, según Brooke Levine, dietista nutricionista.
En los últimos años, ha recibido el apoyo de numerosos famosos en las redes sociales. Kim Kardashian, por ejemplo, compartió en Twitter que bebía batidos de musgo marino como parte de su dieta, allá por 2020.
¿Es beneficioso?
El gel de musgo marino contiene grandes cantidades de potasio, mineral esencial que favorece la contracción muscular y el control de la presión arterial.
Aunque los expertos en nutrición afirman que los nutrientes del musgo marino pueden aportar beneficios para la salud, es probable que la moda sea una exageración, apunta Meling Ring, Melinda Ring, directora ejecutiva del Centro Osher de Salud Integral de la Facultad de Medicina Feinberg: “No es algo mágico que todo el mundo deba tomar”, afirma.
Según Levine, lo más probable es que si sigues una dieta balanceada ya consumas los mismos nutrientes que contiene el musgo marino. Y si no es así, consumir musgo marino no compensará las malas elecciones nutricionales. “No sirve de nada comer gel de musgo marino si te estás comiendo un Big Mac”, afirmó.
También se pueden obtener muchos de los nutrientes del musgo marino a partir de verduras de hoja verde como col rizada, rúcula o acelgas, según la dietitsta Mary Ellen DiPaola.
Kristin Kirkpatrick, dietista de la Clínica Cleveland, coincidió. “Cuando un paciente viene y me dice: ‘Vi esto en TikTok, estoy pensando en tomarlo’, le digo: ‘Eso es genial, ¿qué tal si comes más brócoli?’”, relató.
En teoría, el gel de musgo marino podría contribuir a la pérdida de peso porque su consistencia viscosa hace que salga lentamente del estómago, lo que nos mantiene saciados durante más tiempo, afirma Ring, pero no está garantizado.
Los nutrientes específicos, como las vitaminas del grupo B y el zinc, indican que, en teoría, el gel podría ayudar al sistema inmunitario, afirma Ring. Pero sin datos ni ensayos clínicos, no hay pruebas de que en efecto prevenga o cure alguna enfermedad.
¿Riesgos?
Contiene altos niveles de yodo, que pueden dañar la tiroides si se consume en grandes cantidades, dijo Ring. Y aconsejó no tomar más de dos cucharadas soperas de gel a la vez y utilizarlo en días alternos.
Al igual que las algas, el musgo marino podría contener rastros de metales pesados, como aluminio o cadmio. Por tanto, hay que tener cuidado de no abusar de su consumo.
Ten en cuenta que la FDAno regula los suplementos de manera rigurosa, por lo que nunca puedes estar 100% seguro de que lo que se indica en Internet o en el envase es lo que contiene el producto.
*The New York Times