Mitos y verdades a la hora de tomar sol

25/12/2016, 06:22

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Llega enero y llega la temporada de playa y actividades al aire libre. Arena, mar y sol, parecen ser una combinación perfecta. Sin embargo, es necesario tomar los recaudos necesarios para la exposición. Hay horarios y es necesario protegerse, eso es sabido, pero ¿qué tanto y cómo nos tenemos que cuidar? Expertos responden a diez preguntas sobre el tema.

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<section><h2>Mitos y verdades a la hora de tomar sol</h2></section><section><h2>¿Después de las 16.00 el sol no quema?</h2> <p></p> <div>La realidad es que no se debería tomar sol en ningún horario “dado los efectos nocivos de las radiaciones ultravioletas”, según explica el dermatólogo Pablo Pera Pirotto. Sin embargo, los horarios recomendados para ir a la playa o estar al aire libre son, según Pera, antes de las 10.00 y después de las 16.00, con la protección correspondiente; en ese tramo, las radiaciones son menos fuertes, pero el sol es igual de dañino. Según informa el diario argentino <i>La Nación</i>, hay un método para saber si es adecuado estar o no al sol: es necesario prestar atención a la sombra que se genera con el cuerpo; si la sombra es igual o menor a la altura de la persona, el sol va a dañar, si es mayor, por lo general después de las 18.00, la posibilidad de quemarse es más baja. Según la dermatóloga Iliana Souza el bronceado ya no debería usarse: “Nosotros incentivamos a la gente de que se olviden de eso. Es difícil, porque en nuestra cultura está muy metido el bronceado como vinculado a la belleza y a lo saludable”. </div></section><section><h3>¿Cuánto antes de estar expuesto al sol hay que ponerse protector solar y cada cuánto hay que renovarlo?</h3> <p></p> <div>Es necesario colocarse el protector sobre la piel seca, media hora antes de estar expuestos al sol y debe renovarse cada dos o tres horas y después de meterse al agua, “aun cuando se utilicen productos que mencionen específicamente que son resistentes al agua”, afirma Pera. La dermatóloga Souza sostiene que muchas personas no cumplen con esto y “es por eso que por más que utilicen un protector factor 30 se queman igual”.</div></section><section><h3>¿Los protectores factor 15 brindan el cuidado suficiente ?</h3> <p></p> <div>Las respuestas de los expertos son rotundas: no. El factor 15 no brinda la protección necesaria. Para tener un buen resguardo, los dermatólogos recomiendan las pantallas solares con un Factor de Protección Solar (FPS) de 30 o más. El FPS indica la capacidad que tiene ese producto de evitar que la piel se ponga colorada en un determinado lapso de tiempo. También señala el grado de protección solar frente a los rayos ultravioletas. Así, no debería bajarse el nivel del factor conforme la piel se va quemando, pues las pantallas solares menores de 30 “no garantizan protección”, sostiene Souza. Además, usarlas no quiere decir que se esté a salvo si la persona se expone al sol en un horario no adecuado.</div></section><section><h3>Las pantallas solares con factor mayor a 50, ¿son más efectivas?</h3> <p></p> <div>Según la dermatóloga Souza, los protectores mayores a 50 tienen un efecto “más psicológico en las personas que lo que en realidad protegen” más allá de ese factor. Son más “marketing que otra cosa”, sostiene Souza.</div></section><section><h3>¿Los bronceadores también protegen?</h3> <p></p> <div>Los bronceadores favorecen precisamente al bronceado, y por lo tanto, no son protectores. Es necesario aclarar que “los autobronceantes no son dañinos para la salud de la piel, ya que se trata de productos que le dan un color a la superficie cutánea, pero sin alterar su estructura”, sostiene el dermatólogo Pera. Además, según explica Souza, la tendencia del mercado de protectores solares es vender pantallas que vienen con color. En ese caso, “las personas quedan satisfechas porque al aplicárselos, tienen colorcito y a la vez están protegidas con una factor 30 y hasta 50”.</div></section><section><h3>¿Es posible quemarse a través del vidrio del auto?</h3> <p></p> <div>Los vidrios normales de los autos o ventanas pueden bloquear el pasaje de la gran mayoría de las radiaciones ultravioletas B, pero no así de las de tipo A, explica Pera. Estas radiaciones “tienen una longitud de onda que las hacen penetrar más profundamente en la piel, siendo las responsables del fotoenvejecimiento”, sostiene el dermatólogo. Por lo tanto, es posible quemarse a través del vidrio del auto y, por esa razón, lo ideal es usar vidrios antirradiaciones ultravioletas que filtran hasta 98% de la radiación.</div></section><section><h3>¿Existen beneficios de tomar sol?</h3> <p></p> <div>Tomar sol tiene sus beneficios, pero, como todo, los excesos no son buenos. Siempre y cuando se haga en el horario adecuado y por un breve período, estimado por Souza en media hora al día, es bueno para la salud y a nivel anímico. La exposición solar favorece la síntesis de la vitamina D a nivel de la piel, que es “la que interviene en la absorción de calcio, importante mineral para los huesos”, explica Pera y agrega que, sin embargo, existen algunos alimentos “que son fuente de esta vitamina e incluso existen suplementos específicos que la aportan”. </div></section><section><h3>En los niños, ¿el horario de exposición permitido es el mismo?</h3> <p></p> <div>Los niños son quienes más deben protegerse del sol porque “en los primeros años es cuando una persona se expone al mayor porcentaje de radiaciones que recibirá en su vida”, según afirma Pera. El dermatólogo aclara que es necesario “recordar que los efectos son acumulativos”. Así, si bien los horarios para poder ir a la playa o realizar actividades al aire libre son los mismo para los niños, es necesario tener en cuenta las recomendaciones pediátricas, que, como explica Souza, implican el uso de pantallas solares específicas para esa edad, que, en general, es un protector factor 45. Sin embargo, hay que recordar que los niños menores a seis meses no pueden usar protectores solares, por lo que se pueden tomar medidas “de fotoprotección como ropa adecuada, sombreros y permanecer en lugares que estén a la sombra”, dice Pera. </div></section><section><h3>¿Se puede ser adicto a broncearse?</h3> <p></p> <div>Totalmente, la adicción al sol es posible y es más común que lo que suele pensarse. “Yo tengo pacientes para los que tomar sol es como una necesidad”, sostiene Souza y explica que muchas veces las personas se excusan en el uso de protectores solares para poder estar al sol durante todo el día.</div></section><section><h3>¿Los días nublados hay que protegerse?</h3> <p></p> <div>Suele pensarse que los días nublados se puede estar al sol sin colocarse filtro solar (¿quién no se ha quemado un día así?). Sin embargo, la protección es tan necesaria como un día soleado porque el pasaje de radiaciones es el mismo. Es más, en días nublados “generalmente se producen más quemaduras cutáneas, ya que al sentir menos calor, las personas suelen permanecer mayor tiempo expuestos”, argumenta Pera.</div></section>

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