Festivales de invierno para conocer otro Brasil

VIAJES

Con la caída de las temperaturas,Brasilmantiene una tradición de festivales artísticos en varios puntos de su territorio que son poco conocidos. Música, artes visuales y literatura hallan cauce expresivo en la figura de artistas locales e internacionales con gran éxito de público. A continuación, las sugerencias para esta temporada.

El Festival Internacional de Invierno ha sido por 52 años uno de los más reconocidos de América Latina. El encuentro se extiende durante todo el mes de julio con 84 conciertos (el 90% de ellos son gratuitos), en cinco sedes distribuidas en Campos de Jordao.

Se trata de una pequeña ciudad de 50.000 habitantes, ubicada en la región serrana de Sao Paulo, a 165 kilómetros al este de su capital, célebre por sus reminiscencias europeas.

Este año habrá un homenaje al centenario de la Semana de Arte Moderno de 1922, con obras de compositores que florecieron en este período. Así, se revisitarán las obras de Igor Stravinsky, Béla Bartók, Manuel de Falla, Sergei Prokofiev, Silvestre Revueltas, Paul Hindemith, Bohuslav Martinù y el brasileño Heitor Villa-Lobos. También están agendadas clases magistrales del violonchelista Leonard Elschenbroich y del pianista Alexei Grynyuk; un homenaje al pianista brasileño Nelson Freire y una premiación final para el músico más destacado del evento.

 Algunas ciudades paulistas -la extensión del estado de San Pablo es como la de varios países europeos sumados- siempre me sorprenden. A 230 kilómetros de la capital está Cunha, el municipio más grande en extensión territorial del estado, que tiene como marca registrada sus hermosos campos delavanda. Sin duda es uno de los lugares ideales para el frío, principalmente porque es una región montañosa con paisajes bucólicos y posadas con encanto.

Durante el mes de julio, el principal atractivo es la Fiesta de Invierno que se realiza únicamente los fines de semana y que se lleva a cabo en la región desde hace dos décadas.

Tradicionalmente, el evento cuenta con exposiciones, espectáculos y conciertos y -para aprovechar el viaje- es indispensable darse una vuelta por el parque de lavanda de Cunha. Es una especie de jardín botánico solo dedicado a la lavanda, con unas 40 mil plantas florecidas todo el año gracias a la poda rotativa. Allí es posible aprender sobre el cultivo y la conservación de especies vegetales.

En el litoral paulista, en el hermoso archipiélago marino de Ilhabela, también se celebra el Festival Vermelhos. Ubicada a 133 kilómetros de São Paulo capital, Ilhabela es una reserva natural protegida donde se encuentran algunas de las playas más bonitas de la región, senderos en medio de la vegetación y decenas de cascadas de agua dulce.

El clima es agradable en invierno, cuando disminuyen mucho los insectos que suelen ser un dolor de cabeza para los turistas del team verano.

Grandes nombres de la música clásica y popular estarán presentes esta 6ª edición, cuyo programa incluye presentaciones de artistas de la Música Popular Brasileña (MPB) como Edu Lobo, João Bosco, Arnaldo Antunes, Luedji Luna, Monica Salmaso, Nelson Ayres, Marcos Valle, Teco Cardoso, Arnaldo Antunes y Vitor Araújo, entre otros.

Uno de los momentos destacados será el concierto de la Orquestra Sinfónica Municipal de São Paulo, dirigida por Roberto Minczuk, con el guitarrista gaúcho Yamandú Costa como solista. El ballet correrá a cargo de la Compañía de Danza de São Paulo, con el Grand Pas de Deux de El Cisne Negro (Tchaikovsky, 1895), en la versión coreográfica de Marius Petipa.

Por su parte, el director estadounidense Ira Levin realizará un concierto de cámara para cerrar la edición 2022 del festival junto al Art String Quartet y el grupo argentino Escalandrum, que presentará su homenaje al compositor Astor Piazzolla. Todos los espectáculos tendrán lugar en el Complejo Baia dos Vermelhos, un anfiteatro idílico ubicado en medio del follaje de la Mata Atlántica y con vista al océano.

En el Nordeste de Brasil, en Pernambuco, este año también regresa el Festival de Invierno de Garanhuns tras dos años de receso por la pandemia.

Las costas de Pernambuco y sus arrecifes de coral se han ganado el apodo de “Caribe brasileño”, sin embargo el estado tiene montañas y valles poco explorados por el turismo extranjero.

Debido a su clima fresco, Garanhuns es el lugar perfecto para las plantaciones de flores: esta es la razón por la que la urbe es también conocida como la “ciudad de las flores”. Ubicada a 230 kilómetros deRecife, Garanhuns forma parte de la región del Valle de San Francisco, un polo de producción y exportación de vino y frutas.

Cita fija desde 1991, este es el mayor evento multicultural del norte y nordeste brasileños. En esta ocasión el programa incluye más de 800 atracciones en disciplinas como música, ballet, literatura, circo, teatro y artes visuales.

Con 24 sedes, el encuentro artístico se celebra durante la segunda quincena de julio. La edición de este año incluirá a artistas consagrados como Luedji Luna, Geraldo Azevedo, Chico César, Gal Costa, Lenine, Pitty, Duda Beat, Otto, Titãs y Jota Quest, entre otros.

Finalmente en Salvador, Bahía, también se prepara el Festival de Invierno, un megaencuentro de diversos ritmos de música popular que este año llegará a su 16ª edición. En esta ocasión, se rendirá un tributo a la cantante de música romántica sertaneja Marília Mendonça, fallecida de modo trágico en un accidente aéreo en 2021, con apenas 26 años.

La agenda del FIB, como también se le denomina, incluye a más de 30 artistas de renombre en el panorama musical doméstico y regional, entre ellos Ivete Sangalo, Maria Bethânia y Os Paralamas do Sucesso, entre muchos otros.

En el sur, más cerca de Uruguay (a 900 kilómetros de Montevideo), Gramado y Canela son un clásico invernal desde siempre.

La Sierra Gaúcha es uno de los destinos más preparados para recibir viajeros durante los meses más fríos del año en Brasil. En la agenda de invierno 2022 habrá diversos eventos culturales, el más importante de ellos es el Festival de Cine de Gramado, que se lleva a cabo en agosto y ofrece la rara posibilidad de conocer producciones de América Latina que pocas veces son accesibles en los circuitos comerciales del Uruguay.

Para pasear, en Gramado se combinan las atracciones -sobre todo para familias-como el Pueblo de Papá Noel y Mini Mundo y más hacia fin de año el célebre Natal Luz, un festival que engalana la ciudad y la convierte en un parque temático durante cuatro meses para celebrar la Navidad y el fin de año.

La influencia bávara de la región encanta a los turistas y creo que la razón es la gran diferencia entre estos recodos invernales y el Brasil del imaginario popular, de sol, playas y calor.

En la Avenida Borges de Medeiros y en la célebre Rua Coberta (una calle techada) la experiencia es muy agradable gracias a la visión de la arquitectura, los canteros de flores y las fábricas de chocolate. El acento pausado de los habitantes del lugar hace que el portuñol alcance la medida perfecta para entenderlo y hacerse entender.

En Canela no faltan buenos paseos para hacer al aire libre. Una de las grandes postales locales es la Cascata do Caracol, que se puede observar desde un teleférico. Cerca está Castelinho Caracol, donde se puede probar un apfelstrudel con helado de crema, acompañado de té de manzana o un chocolate caliente.