¿Qué enfermedades ayuda a combatir el pistacho? Conocé más sobre este fruto seco tan de moda

Redacción El País
Los pistachos se consolidan entre los frutos secos más beneficiosos para quienes buscan una alimentación equilibrada. Aunque poseen un alto aporte energético, su composición rica en proteínas, fibra, minerales y grasas saludables los convierten en un aliado ideal para el organismo.

De hecho, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) sostiene que consumir una porción diaria de frutos secos como el pistacho, dentro de un plan alimentario bajo en grasas saturadas y colesterol, puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular.

Además de su aporte proteico, este fruto se destaca por su perfil nutricional: es bajo en grasas comparado con otros frutos secos y contiene potasio, vitaminas C y E, además de fitoquímicos como tocoferoles, carotenoides y compuestos fenólicos, que aportan potencia antioxidante. A su vez, la Fundación Española de Nutrición recalca que, pese a ser un alimento calórico, abunda en grasas insaturadas –sobre todo las monoinsaturadas– fundamentales para la salud metabólica.

Una creencia habitual es que los frutos secos como el pistacho “engordan” por su tenor graso. Sin embargo, los estudios científicos vienen mostrando lo contrario. Una investigación publicada en la revista Nutrients, que comparó durante 12 semanas a un grupo que consumió 53 gramos de pistachos frente a otro que comió pretzels salados, concluyó que ninguno de los dos grupos aumentó de peso. Muy por el contrario: ambos adelgazaron, aunque quienes incorporaron pistachos lograron una reducción mayor del Índice de Masa Corporal (IMC).

Este resultado sugiere que el pistacho es un alimento que favorece la saciedad, ayuda a evitar el picoteo entre comidas y puede formar parte perfectamente de un plan de alimentación para bajar de peso sin comprometer el disfrute.

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La evidencia también muestra beneficios para la diabetes y la salud metabólica. Un estudio de la Unidad de Nutrición Humana de la Universidad Rovira i Virgili, dirigido por la investigadora Mónica Bulló, siguió durante nueve meses a personas con prediabetes entre 25 y 65 años. Los especialistas observaron que el consumo regular de este fruto seco mejoró la resistencia a la insulina y disminuyó el aumento de glucosa en sangre tras las comidas.

Según los autores del trabajo, este mecanismo ayudaría a reducir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, una enfermedad que puede evitarse o retrasarse con una dieta adecuada, actividad física y cambios sostenidos de estilo de vida.

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Otro beneficio del pistacho es su relación con la presión arterial. Cuando ésta se mantiene elevada de forma sostenida, las arterias se endurecen y aparecen riesgos importantes como aterosclerosis, infarto o eventos cerebrovasculares. Por eso, la prevención es clave.

Un ensayo clínico realizado en 28 personas demostró que una dieta baja en grasas pero en la que entre el 10% y el 20% de las calorías provinieran de pistachos logró reducir de forma significativa la presión sistólica. Según especialistas de la Fundación Española del Corazón, estos resultados refuerzan la idea de incluirlos con moderación como parte del plato diario, ya que los beneficios no dependen de consumos excesivos, sino de la constancia en la dieta.

En base a El Tiempo/GDA