Redacción El País
Una condición que puede aparecer en verano, debido a las altas temperaturas que llegan a registrarse, es la miliaria o sarpullido por calor. Según la dermatóloga Abigail Waldman, del Brigham and Women's Hospital de la Universidad de Harvard, este tipo de sarpullido puede ser una señal temprana de que la exposición a calor excesivo podría conducir a problemas más serios si no se atiende adecuadamente. Aunque la erupción por calor en sí misma no es peligrosa, una exposición sostenida a temperaturas elevadas puede resultar en agotamiento o golpe de calor.
La miliaria se presenta cuando los conductos de las glándulas sudoríparas ecrinas hacia la superficie de la piel quedan bloqueados o inflamados. Estas glándulas ayudan a regular la temperatura corporal, y cuando la temperatura interna aumenta, liberan agua a través de pequeños conductos hacia la superficie de la piel, donde se evapora, enfría la piel y la sangre subyacente. El bloqueo de estas vías puede ocurrir al sudar excesivamente en temperaturas altas, especialmente si la piel está cubierta por ropa ajustada o dobleces en la piel.
Este bloqueo conduce a la inflamación y aparecen pequeñas protuberancias rojas que pican, asemejándose a diminutos granos o ampollas. En personas con tonos de piel más oscuros, estos brotes pueden no ser rojizos, sino ligeramente más oscuros que el tono de la piel circundante.
Dónde suele aparecer el sarpullido por calor
Esta condición es común que aparezca en el cuello, cuero cabelludo, pecho, ingle o en los pliegues del codo. "Puede surgir en cualquier momento en que el cuerpo sude, por lo que es habitual en climas cálidos y húmedos, durante hospitalizaciones, cuando se tiene fiebre y al hacer ejercicio", apuntó Waldman.
En recién nacidos, donde las glándulas aún no están completamente desarrolladas, se manifiesta como ampollas finas o gotas de agua en la cara, tronco, brazos y piernas. Es recomendable contactar al pediatra si se detecta un sarpullido de este tipo en los bebés.
Tratamiento de la miliaria
En adultos, el sarpullido por calor se trata de maneras sencillas. Waldman resaltó que las técnicas para aliviar síntomas también pueden prevenir el sarpullido en adultos y bebés. La clave es enfriarse, buscar lugares con sombra o con aire acondicionado, ducharse con agua fría o utilizar compresas heladas en las zonas afectadas. Algunas personas son más vulnerables al calor, por lo que esencial planificar cómo mantenerse a salvo cuando las temperaturas son extremadamente altas.
Para evitar la irritación cutánea, es recomendable usar ropa de algodón ligera y holgada que permita el flujo de aire sobre la piel, en lugar de tejidos sintéticos que retienen calor. En caso de sarpullido en la zona de la ingle, se aconseja evitar el uso de ropa interior hasta que el salpullido desaparezca.
Para la picazón, se pueden utilizar cremas con corticoides de venta libre o lociones de calamina. Sin embargo, es importante evitar polvos para bebés, hidratantes grasientos o protectores solares, ya que podrían bloquear más los conductos de sudoración.
La mayoría de los sarpullidos por calor mejoran en uno o dos días al reducir la temperatura corporal. Los casos más severos pueden durar una semana o más. Se debe buscar atención médica en caso de que no desaparezca después de una semana o si aparecen signos de dolor, picazón intensa o si el sarpullido parece infectado.
Este contenido fue hecho con la asistencia de inteligencia artificial y verificado por un periodista de El País.