Redacción El País
Un reciente trabajo difundido en Cell Reports Medicine aporta claves sobre los mecanismos que permiten a ciertas personas superar los 110 años de vida manteniendo un estado de salud notable, pese a los inevitables signos del envejecimiento biológico. La investigación se centró en el análisis exhaustivo de María Branyas, considerada la persona más longeva del mundo hasta su fallecimiento en 2024, a los 117 años, en Olot (España).
Se aplicaron tecnologías de secuenciación y evaluación en diferentes capas de información biológica: genoma, epigenoma, transcriptoma, proteoma, metaboloma y microbioma. En el estudio, los investigadores señalaron que los resultados mostraron un panorama dual.
Por un lado, su organismo reflejaba características típicas de una edad avanzada, como telómeros muy reducidos, mutaciones en células sanguíneas y deterioro en linfocitos B. Sin embargo, al mismo tiempo mantenía cualidades de protección más comunes en personas jóvenes: bajo nivel inflamatorio, estabilidad epigenética y variantes genéticas poco frecuentes que la habrían blindado frente a patologías cardíacas, metabólicas y neurodegenerativas.
La investigación identificó, además, siete variantes genéticas inéditas en población europea, asociadas a procesos de neuroprotección y cardioprotección, lo que podría haber jugado un papel clave en su longevidad. A estos factores se sumaría su estilo de vida: el consumo regular de yogur, con beneficios sobre la microbiota intestinal y la prevención de la diabetes tipo 2, habría contribuido a su bienestar general.
Los autores plantean que estrategias como la actividad física, aun a baja intensidad, la dieta y posibles tratamientos farmacológicos —incluyendo metformina o inhibidores de la vía mTOR— podrían convertirse en líneas prometedoras en la investigación del envejecimiento saludable.
El informe concluyó que parte del secreto de Branyas radicaba en que sus células conservaban un funcionamiento similar al de organismos más jóvenes. Aun así, los investigadores subrayaron que se trata de un estudio de caso y que se necesitan cohortes más amplias para confirmar estas observaciones.
En base a El Tiempo/GDA
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