Menopausia: la deuda silenciosa de la salud femenina y la necesidad de información clara y temprana

Un relevamiento liderado por la nutricionista Luciana Lasus muestra que el 62% de las mujeres nunca recibió un diagnóstico oficial de menopausia. Entre las encuestadas, el síntoma de esta etapa que más molesta es la grasa abdominal y el que más interfiere con la vida diaria es el insomnio/fatiga.

Lo que también sorprende es el interés por aprender: 39% de esas mujeres quiere saber más para empezar a ocuparse de su propia salud. El 30% “aprendió algo pero no sabe qué hacer” con esa información, el 15% ya se educó y actúa al respecto, el 12% directamente no sabía que debía educarse y el restante 4% participó del programa Mujer +40 que creó Lasus.

“La evidencia existe, pero no siempre llega a tiempo ni en un lenguaje claro. Cuando una mujer entiende lo que le pasa, puede accionar y transformar su salud”, sostiene Luciana, autora del libro y podcast Hormonadas® y columnista de Bienestar.

Existe para las mujeres lo que se denomina brecha clínica: solo el 38% de esas mujeres recibió el diagnóstico de parte de un ginecólogo. Sin diagnóstico ni orientación, las mujeres quedan a la deriva: se normaliza el malestar, se posterga la consulta y se pierden oportunidades de prevención (masa muscular, salud ósea, cardiometabólica y mental).

Esto queda en evidencia en otro indicador: el 54% no consultó o no recibió información sobre tratamientos hormonales para tratarse en esta etapa mientas que el 27% no lo hizo ya sea por miedo o porque no le fue indicado. Solo el 20% sí accedió a la información, un 12% sobre anticonceptivos con hormonas y un 8% sobre terapia hormonal.

Consultadas por el síntoma que más molesta en la perimenopausia, las opciones más elegidas fueron la grasa abdominal (23%), el insomnio (14%), el cansancio/fatiga (13%) y la baja libido (9%).

Entre las frases que se recogieron en este punto se destacan comentarios tales como: “Estoy tan cansada que no disfruto de nada”; “Me quedo en blanco en el trabajo”; “Evito el sexo por dolor o vergüenza y me siento culpable” o “No me reconozco”. Y allí se revela un gran problema: el inconveniente no es solo la frecuencia con la que se presenta el síntoma, sino la interferencia funcional y emocional que implica para quien lo experimenta.

Lo que sí funciona para las mujeres, aunque falte consolidarlo, es la práctica de actividad física. El 83% entrena y un 72% incluye ejercicios de fuerza en su rutina. Esta es la “medicina” de la menopausia: es fundamental para preservar los músculos, los huesos y el metabolismo.

En cuanto a la nutrición se observa una baja cantidad de proteína por ingesta: el 60% solo incluye 1 porción en el desayuno; el 44% solo una en el almuerzo o cena. La incorporación de fibras y grasas saludables es irregular.

Aunque pueda no parecerlo, los números son per se una noticia. En primera instancia porque demuestran que la menopausia no es un tema “de nicho”, es una etapa que se atraviesa indefectiblemente y que atraviesa el rendimiento laboral, los vínculos, la economía y la salud pública.

En segundo lugar porque la brecha de diagnóstico e información deja a la mayoría de las mujeres sin una hoja de ruta, sin saber qué hacer para atravesar su cotidianeidad sin sufrimiento.

Y finalmente porque hay soluciones: ejercicios de fuerza más consumo de proteína, acceso a una educación clara, más cribado y seguimiento.

“Hormonadas nació para sacar a la menopausia del silencio: traducir ciencia en decisiones cotidianas. No para medicalizar la vida, sino para devolver control y bienestar”, asegura Lasus.

La encuesta se enmarca en el trabajo de sensibilización y educación de Mujer +40, el primer Programa de salud femenina de Uruguay que da origen al Primer Foro de salud femenina basado en evidencia, para profesionales, que tendrá lugar el 8 de septiembre en el Hotel Hyatt Centric Montevideo.

La encuesta online fue autoadministrada por un universo de 1.642 mujeres. Las preguntas no eran obligatorias y en algunos apartados se admitían múltiples opciones, motivo por el que los porcentajes pueden no sumar 100. De todas maneras el tamaño muestral ofrece una tendencia sólida para discusión pública y clínica.

De las 1.642 mujeres el 55% tiene entre 35 y 45 años, el 33% entre 45 y 55, el 8% entre 55 y 70, y el restante 4% son menores de 35.

El 48% del total sigue menstruando en forma regular; el 13% lo hace con irregularidad; el 7% lleva entre 2 y 12 meses sin menstruar; el 16% ya pasó el lapso de 12 meses sin hacerlo y el 16% no menstrúa por causas especiales.