La fuente de proteína vegetal sin gluten que fortalece los huesos y previene numerosas enfermedades

Redacción El País
Durante siglos, el pan fue considerado una fuente esencial de nutrientes, especialmente por su aporte de carbohidratos. Sin embargo, la alimentación moderna ha dado lugar a alternativas más saludables y versátiles. Entre ellas, el amaranto se ha posicionado como una opción altamente nutritiva, comparable con la quinoa, y con múltiples beneficios para la salud.

El amaranto es una semilla que destaca por su gran aporte de proteínas de alta calidad, fibra y minerales esenciales como calcio, hierro, magnesio y zinc. Su perfil proteico es completo, ya que contiene todos los aminoácidos esenciales, lo que lo convierte en una excelente fuente de proteína vegetal.

Además, es un alimento sin gluten, lo que lo hace ideal para personas con celiaquía o sensibilidad a esta proteína. Su inclusión en la dieta contribuye a mejorar la digestión y reducir inflamaciones, además de ofrecer una textura versátil que permite su uso en múltiples preparaciones.

Los nutrientes del amaranto lo convierten en un aliado para la prevención de diversas enfermedades y el mantenimiento del bienestar general:

• Fortalecimiento óseo: Gracias a su alto contenido en calcio, magnesio y fósforo, ayuda a prevenir la osteoporosis y contribuye a mantener huesos fuertes y saludables.
• Apoyo al sistema inmunológico: Su riqueza en antioxidantes, vitaminas A, C y E y minerales como el selenio refuerzan las defensas del organismo y reducen el riesgo de infecciones.
• Prevención de tumores: Contiene escualeno, un compuesto antioxidante que protege las células del daño de los radicales libres, disminuyendo el riesgo de enfermedades degenerativas.
• Mantenimiento del peso corporal: Su combinación de fibra y proteínas genera sensación de saciedad, ayudando a regular el apetito y evitar excesos alimenticios.
• Beneficio para la masa muscular: Su alto contenido proteico y en potasio lo convierte en un excelente alimento para la recuperación muscular post-ejercicio.

Foto: Adrián Cerón, CC BY-SA 4.0 , via Wikimedia Commons

El amaranto es sumamente versátil y puede incluirse en múltiples preparaciones. Algunas formas sencillas de consumirlo son:

• En ensaladas, yogures o batidos, combinándolo con frutas o cereales.
• Como alternativa a la harina de trigo en panes, galletas y productos horneados.
• Sustituyendo al arroz, la pasta o la quinoa en platos principales.
• En forma de pop como snack saludable.

Antes de hacer cambios en la alimentación, siempre es recomendable consultar con un profesional de la salud para asegurarse de que su inclusión sea adecuada según las necesidades individuales.

Incorporar el amaranto en la dieta no solo aporta variedad, sino que también refuerza la salud con sus múltiples beneficios, consolidándose como un verdadero superalimento.