Laura Espinoza, El Comercio - GDA.
Los cuarzos y los cristales se han vuelto muy populares entre las personas por sus supuestas propiedades energéticas y beneficios espirituales que se utilizan en joyas, amuletos o en la misma piedra. Existen diferentes tipos de estos, dependiendo de su composición y peso.

“El cuarzo es el mineral más abundante y frecuente de la corteza terrestre. Se compone por sílice y puede ser transparente, blanco o de colores. Generalmente, los cuarzos son una fusión de agua y arena que, a través de miles de años, se convierten en cristales. Las piedras preciosas son los cristales, las cuales son particularmente idóneas para todo lo que es terapia y sanación, porque son creados a partir de elementos de nuestro planeta, que se unen con la fuerza protectora, fortalecedora y nutritiva de la tierra”, explica la experta.

Asimismo se afirma que estos tienen una fuerte energía, ya que las piedras y las gemas tendrían una luz y una fuerza especial. Los colores que poseen son puros y ella y estos transmiten energías, pues tienen cualidades cósmicas.

Habría muchas funciones y diversos beneficios, como por ejemplo:

—Purificación a nivel áurico, físico y afectivo.

—Energizar los chakras del cuerpo.

—Depurar energéticamente todo lo que no nos sirve en el cuerpo.

—Traer buena energía a nuestro entorno para que con ello podamos conseguir beneficios que van desde la protección, al equilibrio emocional, al fortalecimiento del sistema inmunológico.

—Amplificar nuestra energía.

Existen más de 300 tipos de cuarzos en el mundo, sin embargo, cada tipo tiene una propiedad que lo distingue, por lo que sus efectos varían dependiendo del tipo y de la persona que los utilice.

Cristal de cuarzo blanco: Se recomienda tenerlo en los espacios de la casa donde se trabaja, porque ayuda a potenciar la concentración y mantener el enfoque cada vez que hay distracciones.

Turmalina negra: Es muy buena para tenerla en la sala o en el recibidor de la casa. Limpia, purifica y transforma toda esa energía tensa que puede haber estado en la casa por algún motivo. Este elemento equilibra a las personas, limpia los campos áuricos, dispersa las energías negativas y todas ellas se transforman.

Pirita: Se recomienda tenerla en el recibidor de la casa, cerca a la turmalina. Es dorada, tiene brillo y se asocia con la abundancia, porque se usa para atraer dinero. Cuando todas las piritas se concentran, generan mucha prosperidad.

Amatista: Es una piedra de color púrpura y que ayuda a abrirse a nivel espiritual. Ayuda también a afinar la intuición, trabajar el autoestima y valentía. Purifica la energía para estar más conectado con el poder personal.

Citrino: Es una piedra que ayuda a desbloquear energéticamente cualquier emoción. Se conecta mucho con el plexo solar, que es el tercer chakra. Ayuda a tener mucha más confianza, sentirse más alegre y poder avanzar. También se conecta con la prosperidad.

Es importante limpiarlos de todas aquellas energías que van adquiriendo, ya que llega un punto en el que se cargan y necesitan purificarse, por ello se recomienda limpiarlos de la siguiente manera:

Incienso o Sahumerio: Únicamente debes encenderlo y rodear la piedra con su humo por 30 a 60 segundos. Deja que el humo pase por los cristales mientras visualizas como se van llenando de luz; una luz llena de energías positivas.

Agua: Coloca tu cristal bajo un grifo de agua fría y lo masajeas para que desprenda todas las energías que ha adquirido.

Drusa de Amatista: Colocar tus cristales sobre una drusa para permitir que se descarguen.

Enterrar por una noche: Aprovechar la noche, mejor si es luna llena y así los cuarzos puedan limpiarse y descargarse desde la Madre Tierra.