Estenosis espinal: el estrechamiento de la columna que provoca dolor, hormigueo y debilidad muscular

La estenosis espinal reduce el espacio en el canal vertebral y comprime nervios, causando dolor, debilidad y entumecimiento, especialmente en personas mayores de 50 años.

Joven con dolor de espalda.
Joven con dolor de espalda.
Foto: Freepik.

Redacción El País
La estenosis espinal es una condición médica caracterizada por la reducción del espacio dentro del canal vertebral, lo que puede provocar compresión de la médula espinal y de los nervios.

Este estrechamiento afecta con mayor frecuencia a las regiones lumbar (parte baja de la espalda) y cervical (cuello) de la columna.

Aunque al inicio muchas personas no presentan síntomas, en otros casos pueden manifestarse dolor, hormigueo, debilidad muscular o entumecimiento, signos que tienden a empeorar con el tiempo si no se reciben cuidados adecuados.

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A menudo, los dolores en la parte inferior de la espalda se deben a esta postura de sueño.
Foto: Commons.

Causas principales

El desgaste natural de la columna vertebral asociado al envejecimiento y la artritis es la causa más frecuente de estenosis espinal. Este proceso degenerativo daña los tejidos articulares y provoca deformaciones que reducen el espacio disponible en el canal vertebral.

Otras causas estructurales incluyen:
- Espolones óseos: crecimientos anormales de hueso que invaden el canal.
- Hernias discales: desplazamiento de los discos intervertebrales que presionan nervios y médula.
- Engrosamiento de ligamentos: endurecimiento de ligamentos que ocupan espacio dentro del canal.
- Tumores: masas dentro del canal que, aunque poco frecuentes, contribuyen al estrechamiento.
- Lesiones o traumatismos: fracturas o desplazamientos vertebrales que comprimen estructuras nerviosas.

Síntomas según la región afectada

La progresión de la enfermedad suele ser lenta y los signos varían según la zona comprometida:

Columna lumbar:
- Dolor o calambres en una o ambas piernas.
- Malestar al caminar o estar de pie, que mejora al sentarse o inclinarse hacia adelante.
- Dolor lumbar ocasional.

Columna cervical:
- Entumecimiento u hormigueo en brazos, piernas, manos o pies.
- Debilidad muscular en las extremidades.
- Problemas de equilibrio o para caminar.
- Dolor cervical.
- Alteraciones en el control intestinal o vesical (en casos graves).

Estos síntomas deben ser evaluados por un profesional médico, ya que la evolución sin tratamiento puede limitar significativamente la movilidad y funcionalidad del paciente.

Tratamientos disponibles

El abordaje depende de la gravedad de los síntomas. En etapas iniciales o con molestias moderadas, se recomiendan:

- Medicamentos antiinflamatorios o analgésicos.
- Inyecciones de esteroides en la zona del nervio comprimido.
- Fisioterapia para mejorar la postura, fortalecer músculos y aumentar flexibilidad.
- En casos más severos, cuando los tratamientos conservadores no alivian, puede considerarse la cirugía. Estas intervenciones buscan ampliar el canal vertebral para reducir la presión sobre los nervios, aunque no revierten la causa subyacente, como la artritis.

En base a EFE

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