Redacción El País
La lengua de suegra, también llamada sansevieria o espada de San Jorge, se convirtió en una de las favoritas para tener dentro de casa. Su aspecto firme, elegante y la facilidad de cuidado la hacen casi infaltable en salas, dormitorios o pasillos. Sus hojas verticales, verdes con bordes amarillos o tonos más oscuros, aportan personalidad y frescura a cualquier rincón.
Pero esta planta no es solo una cuestión estética. Desde hace siglos distintas culturas la valoran por su resistencia y por la creencia de que protege el hogar, alejando las malas energías y promoviendo el bienestar.
Beneficios que van más allá de lo ornamental
Tener una lengua de suegra en casa es apostar por un ambiente más saludable. Su mayor virtud es la capacidad de purificar el aire: filtra toxinas del entorno y, a diferencia de la mayoría de las plantas, libera oxígeno también durante la noche. Esto la convierte en una gran aliada para dormitorios, favoreciendo un descanso reparador.
En lo emocional, su presencia tiene un efecto relajante. Cuidar plantas disminuye el estrés y genera una conexión con la naturaleza que aporta calma a la rutina. Además, muchas tradiciones sostienen que atrae buenas vibraciones y actúa como escudo contra las influencias negativas, sobre todo si se coloca cerca de la entrada principal.
Una opción práctica y duradera
Si de resistencia se trata, pocas especies compiten con la sansevieria. Tolera poca luz, riegos espaciados y cambios de temperatura. Lo único que puede perjudicarla es el exceso de agua, ya que sus raíces no soportan el encharcamiento. Por lo demás, con cuidados mínimos puede durar muchos años en perfecto estado.
Para quienes no tienen mucho tiempo o experiencia en jardinería, esta planta es ideal: acompaña sin demandar demasiado y siempre luce impecable.
Uso decorativo y valor simbólico
En decoración, la lengua de suegra es extremadamente versátil. Puede ir en macetas pequeñas sobre escritorios o mesas auxiliares, o en recipientes más grandes para dar presencia a un rincón vacío. Se adapta tanto a espacios modernos como clásicos, aportando siempre un toque verde y vital.
En lo simbólico, está ligada a la protección y al equilibrio. El Feng Shui aconseja colocarla en entradas o espacios de trabajo, donde se le atribuye la capacidad de bloquear energías negativas y reforzar la concentración.
Lo que conviene saber
- Mascotas: contiene saponinas, que pueden causar vómitos o diarrea en perros y gatos si la mastican. Conviene ubicarla fuera de su alcance.
- Exterior: puede cultivarse afuera en climas cálidos, siempre que no sufra heladas ni sol directo.
- Floración: aunque rara, puede dar flores blancas o verdosas con aroma dulce.
- Tamaño: según la variedad, puede ir de 30 centímetros a más de un metro de altura.
- Trasplante: lo mejor es hacerlo en primavera o verano, con macetas de buen drenaje.
Una compañera ideal para el hogar
La lengua de suegra es mucho más que una planta bonita. Su resistencia, sus aportes al aire y al bienestar emocional, sumados a su carga simbólica, la vuelven un recurso perfecto para cualquier hogar. Cuidarla lleva poco tiempo y devuelve mucho: aire más limpio, ambientes más equilibrados y un toque decorativo que nunca falla.
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