Redacción El País
El hipo aparece de repente y parece estar fuera de nuestro control. Se trata de una contracción involuntaria del diafragma, el músculo que está en la base de los pulmones, y puede durar unos minutos o incluso horas. Si perdura por más de dos días, se considera hipo persistente, y si continúa durante meses, puede ser un signo de un problema más grave, según indica la Sociedad Americana Contra el Cáncer (ACS, por sus siglas en inglés).
Dicha organización trata el tema porque, en las personas con cáncer, ciertos tipos de medicamentos de quimioterapia pueden ocasionar hipo como un efecto secundario.
Para quitar el hipo, suelen utilizarse trucos caseros como retener la respiración o tener un buen susto, pero estas estrategias no siempre son efectivas. La ACS ennumera las siguientes técnicas para sacar el hipo:
- Respire lenta y profundamente en una bolsa de papel, diez respiros cada vez.
- Tome agua lentamente.
- Ejerza delicadamente presión sobre su vientre como si se estuviera haciendo una evacuación intestinal (referido como maniobra de Valsalva).
- Sírvase una cucharadita de azúcar, mantenga el contenido en su boca y luego tráguelo.
- No se obligue a comer.
Según un estudio elaborado por los hospitales británicos Gloucester y Worcester, la técnica más efectiva para detener un ataque de hipo es apretarse los oídos con los dedos mientras se toma un vaso de agua a través de una pajita. Este método sencillo permite normalizar la respiración y el funcionamiento del diafragma, y alivia los músculos respiratorios.
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