Uno de los mejores productos de soja: mejora la digestión, el equilibrio hormonal y la salud cardiovascular

Su sabor suave y textura crujiente lo vuelve ideal para incorporar en múltiples platos calientes y fríos; además, aporta vitaminas, minerales y enzimas digestivas.

Ensalada con brotes de soja
Ensalada con brotes de soja.
Foto: Freepik.

Redacción El País

Los brotes de soja, jóvenes tallos que resultan de la germinación de la semilla de soja, forman parte de la tradición culinaria asiática desde hace siglos. Blancos, crujientes y con un sabor suave a nuez, destacan tanto por su valor nutricional como por su versatilidad en la cocina.

Especialistas y estudios respaldan sus beneficios, especialmente en digestión, salud hormonal y cardiovascular. Durante la germinación se activan enzimas como amilasas, proteasas y lipasas, que no están presentes en muchos alimentos comunes y favorecen la digestión y la absorción de nutrientes.

Estos brotes contienen entre un 70 y 80 % de agua, lo que los hace bajos en calorías (alrededor de 122 por cada 100 gramos). Además, aportan aproximadamente 13 gramos de proteínas, 8 gramos de carbohidratos de bajo índice glucémico, y 6 gramos de grasas, en su mayoría insaturadas como los omega-3. También ofrecen entre 1 y 2 gramos de fibra por cada 100 gramos. Son ricos en vitaminas C, K y B9, y en minerales como hierro, potasio, magnesio y calcio. Incluyen además isoflavonas —fitoestrógenos con acción antioxidante— y enzimas digestivas.

Beneficios de los brotes de soja

En primer lugar, mejoran la digestión. El proceso de germinación reduce el ácido fítico, un antinutriente que puede dificultar la absorción de minerales como hierro y zinc. Esto mejora la biodisponibilidad de nutrientes y disminuye molestias digestivas asociadas al consumo de legumbres sin germinar.

En segundo lugar, apoyan el equilibrio hormonal. Los brotes de soja tienen una alta concentración de isoflavonas, compuestos similares a los estrógenos humanos. Estos fitoestrógenos podrían favorecer la sensibilidad a la insulina, el equilibrio hormonal y la reducción del estrés oxidativo, lo que resulta especialmente útil en casos como síndrome metabólico, ovario poliquístico o menopausia.

Semillas de soja.
Semillas de soja.
Foto: Freepik.

Aunque otros productos de soja también contienen isoflavonas, los brotes se destacan por su mayor concentración y biodisponibilidad. Un estudio publicado en Menopause Journal en 2018 relacionó su consumo con la disminución de marcadores inflamatorios como la proteína C-reactiva (PCR) en mujeres posmenopáusicas.

Por último, aportan beneficios cardiovasculares. Las isoflavonas actúan como antioxidantes y antiinflamatorios, ayudando a reducir el colesterol LDL y mejorar la flexibilidad de los vasos sanguíneos. Los ácidos grasos insaturados, como el omega-3, también contribuyen a reducir la inflamación y mejorar el perfil lipídico. El potasio que contienen ayuda a regular la presión arterial, mientras que los compuestos fenólicos y la vitamina C combaten el estrés oxidativo, protegiendo contra el daño arterial y la aterosclerosis.

Formas de consumo recomendadas

Los brotes de soja pueden integrarse en múltiples platos, tanto fríos como calientes: ensaladas, sopas, salteados, sándwiches, hamburguesas y licuados. Se sugiere consumirlos crudos para conservar la vitamina C, las enzimas activas y las isoflavonas. Si se cocinan, se recomienda que el salteado no exceda los dos minutos para evitar la pérdida de nutrientes.

En base a información de La Nación/GDA

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