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Existen varios alimentos considerados beneficiosos para la salud del cerebro, pero ¿hay alguno que se destaque entre ellos? Según el especialista en alimentación y autor de best-sellers Eric Berg, la respuesta es sí.

En uno de sus videos publicados en YouTube, plataforma en la que cuenta con más de 11 millones de suscriptores, el experto destacó el salmón salvaje como la opción número 1 para el órgano.

"He evaluado muchos alimentos diferentes desde diferentes perspectivas. Y la mejor opción para el cerebro es el salmón salvaje capturado. Hay otros tipos de mariscos que también puedes consumir, como las sardinas, pero el salmón salvaje capturado está en lo más alto de la lista", afirmó el especialista.

Foto: Pixabay

Explicó que la razón principal de esta elección es que el salmón salvaje es rico en omega-3, un conjunto de ácidos grasos poliinsaturados esenciales para el buen funcionamiento del cuerpo humano, pero que el organismo no puede producir por sí solo.

"El cerebro está compuesto en un 60% de grasa, y el 20% de esa grasa está compuesto por algo llamado DHA, que es el ácido graso omega-3, que construye la estructura de gran parte del cerebro. El salmón es muy rico en grasa omega-3, no solo en DHA, sino también en otro llamado EPA, que está involucrado en otro beneficio, la reducción de la inflamación", continuó Berg.

El omega-3 existe principalmente en tres formas: ácido alfa-linolénico (ALA), ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA). Según información de la Universidad de Harvard, parte del ALA, que se encuentra en alimentos como aceites vegetales, nueces y semillas, puede convertirse en el cuerpo humano en EPA y DHA.

Sin embargo, dado que este proceso suele no ser suficiente para alcanzar lo necesario, las recomendaciones son que la dieta incluya todas las tres formas de omega-3, incluyendo el EPA y el DHA, que se encuentran principalmente en los pescados de agua fría.

Esto es importante porque los ácidos grasos se utilizan en diversos mecanismos del cuerpo humano, ya que forman parte de la composición de las membranas que rodean todas las células del organismo.

"Los omega-3 son realmente asombrosos porque pueden mejorar directamente la memoria, el aprendizaje, la función cognitiva, así como el enfoque y el estado de ánimo", afirmó Berg.

Además de los beneficios para el cerebro, el compuesto actúa como precursor en la producción de hormonas que regulan la coagulación de la sangre, la contracción y relajación de las arterias, la presión arterial y que tienen un efecto antiinflamatorio en el cuerpo.

El salmón salvaje, capturado, es natural de la costa del Atlántico Norte y del Pacífico. Sin embargo, la gran mayoría del pescado consumido hoy se cría en cautiverio, especialmente en Chile. Una de las diferencias entre los dos es el color, lo que afecta uno de los beneficios del alimento, según el especialista.

"El pigmento rosa que se encuentra en el salmón, si es capturado en la naturaleza, es un fitonutriente llamado astaxantina, que es un poderoso antioxidante que ayuda a proteger las neuronas contra el daño", afirmó en el video.

Esto se debe a que el salmón salvaje se alimenta de moluscos y crustáceos, que le dan el color rosa. En cambio, en la cría en cautiverio, el pescado es naturalmente gris, pero se vuelve rosa debido a la adición de colorantes a base de carotenoides, pigmentos vegetales. No son perjudiciales para la salud, pero no contienen astaxantina.

En cuanto a la concentración de omega-3 en ambos tipos de salmón, todo depende de la alimentación utilizada en el cautiverio en el que se crió el pescado. Estudios que intentaron comparar la cantidad de ácidos grasos entre los dos obtuvieron resultados diferentes.

Un estudio que evaluó 76 especies diferentes de peces de seis regiones de los Estados Unidos, por ejemplo, llegó a la conclusión de que, en comparación con los salvajes, los peces cultivados tenían niveles más altos de omega-3. El estudio se publicó en la revista científica Lipids.

Por otro lado, un estudio de investigadores de la Universidad de Stirling, en Escocia, señaló un escenario diferente, en el que los niveles de ácido graso en el salmón de cultivo disminuyeron a la mitad en solo cinco años, destacando, sin embargo, que sigue siendo una de las mejores fuentes del nutriente.