Redacción El País
La gelatina, tantas veces vista como un postre sencillo o un aliado para dietas de pocas calorías, comenzó a ocupar un lugar más relevante en el campo de la nutrición. Su vínculo directo con el colágeno —una de las proteínas más importantes del cuerpo— hizo que científicos y especialistas la miren con otros ojos, especialmente por los beneficios que ofrece para la piel, los huesos y los tejidos conectivos.
Instituciones como Harvard University subrayan que este alimento puede estimular la producción natural de colágeno, una proteína que constituye cerca del 30% de la estructura proteica del organismo. Gracias a ella se mantiene la firmeza de la piel, la resistencia muscular, la estabilidad de los tendones y la flexibilidad de las articulaciones.
En un contexto donde la nutrición preventiva gana terreno, la gelatina se posiciona como una opción accesible para quienes buscan fortalecer su salud a través de la alimentación. Su composición favorece el mantenimiento y la recuperación del colágeno, lo que la convierte en un complemento práctico dentro de una dieta equilibrada.
Especialistas de Harvard remarcan su efecto sobre la elasticidad de la piel y su capacidad para estimular la síntesis de colágeno, un proceso que se vuelve especialmente relevante con el paso del tiempo y la influencia de factores ambientales.
Tipos de gelatina y sus beneficios
La gelatina sin sabor ni azúcares añadidos es la forma más pura: proteína sin aditivos, colorantes ni saborizantes. Su aporte calórico es bajo y puede combinarse con frutas o jugos naturales para preparaciones más nutritivas.
Por su parte, la gelatina de hueso, obtenida mediante cocción prolongada de huesos y cartílagos, concentra colágeno, calcio y magnesio. Contribuye al fortalecimiento de huesos y articulaciones, y ayuda a mejorar la elasticidad de la piel.
También está la gelatina de cítricos, que se prepara mezclando gelatina sin sabor con jugos ricos en vitamina C, como limón, naranja o kiwi. Esta vitamina es indispensable en la síntesis de colágeno y aporta antioxidantes que ayudan a combatir el envejecimiento prematuro.
Para potenciar sus efectos en el organismo, los especialistas recomiendan:
- Combinar gelatina con alimentos ricos en vitamina C, necesarios para fijar el colágeno.
- Incorporar alrededor de 10 gramos diarios de gelatina en polvo a sopas, batidos, jugos o postres.
- Elegir variedades libres de colorantes y azúcares añadidos.
- Mantener un consumo moderado y optar siempre por las presentaciones más puras.
Con estos hábitos, la gelatina deja de ser un postre ocasional y se convierte en un aliado nutricional con impacto real en la salud del cuerpo.
En base a El Tiempo/GDA