Redacción El País.
El boldo (Peumus boldus) es un arbusto perenne originario de Chile, pero hoy es una hierba internacional. Sus hojas, ya sean frescas o secas, se utilizan tradicionalmente para preparar infusiones desde tiempos tan remotos como aproximadamente 14.000 años atrás (!) según evidencias arqueológicas.
Beneficios para el organismo
El boldo contiene dos componentes principales que le confieren sus propiedades medicinales: la boldina y el aceite esencial. Estos compuestos son responsables de sus efectos hepatoprotectores, antioxidantes, antiparasitarios, digestivos, antimicrobianos, calmantes, relajantes y desintoxicantes.
De ahí que esta infusión sea recomendada cuando hay problemas estomacales como indigestión, hinchazón y gases, así como para proteger el hígado y la vesícula biliar de manera preventiva.
Entre los beneficios más destacados del consumo moderado de té de boldo se encuentran:
- Protege al hígado: La boldina, un alcaloide presente en las hojas de boldo, actúa como hepatoprotector, ayudando a desintoxicar el hígado y mejorar su funcionamiento. Esto lo convierte en un apoyo útil en casos de hígado graso o tras excesos de alcohol, siempre que no existan enfermedades hepáticas graves.
- Desintoxica: La boldina, junto con flavonoides y polifenoles presentes en la planta, tiene un efecto diurético que favorece la eliminación de líquidos retenidos y toxinas acumuladas en el organismo. Esto puede ayudar a reducir la hinchazón y combatir infecciones urinarias leves.
- Es antiinflamatorio y antioxidante: Los flavonoides y polifenoles del boldo contribuyen a reducir la inflamación y combatir el daño oxidativo en las células. El té de boldo posee una de las actividades antioxidantes más altas entre las infusiones herbales sudamericanas, gracias a su capacidad para neutralizar radicales libres, compuestos nocivos que pueden dañar las células, todo de acuerdo a un estudio publicado en el National Institute of Health (NIH) de Estados Unidos.
Además de estos beneficios, se han sugerido otros efectos, como la reducción de los niveles de colesterol y una posible acción expectorante. Sin embargo, estas propiedades carecen de suficiente evidencia científica para ser confirmadas.
Consumo, precauciones y posibles efectos secundarios
Aunque el té de boldo ofrece múltiples beneficios, su consumo excesivo puede causar efectos adversos, como irritación estomacal o toxicidad. Por ello, se recomienda no toma más de una taza al día (con un máximo de tres gramos de hojas secas) y evitar su consumo continuo por más de cuatro semanas seguidas. Además, está contraindicado para mujeres embarazadas, en período de lactancia, menores de 12 años, personas con obstrucción de las vías biliares o enfermedades hepáticas graves. También puede interactuar con ciertos medicamentos, como anticoagulantes y fármacos para el corazón.
Preparación
Para preparar té de boldo, se recomienda utilizar hojas secas, ya que permiten medir mejor la cantidad y aprovechar sus propiedades. Se agrega una cucharadita de hojas secas a una taza de agua hirviendo y se deja reposar entre cinco y diez minutos. Luego, se cuela y se sirve tibio. El sabor del té de boldo es intenso y ligeramente amargo, por lo que muchas personas optan por suavizarlo añadiendo miel, canela, limón u otras hierbas como manzanilla, menta o yerba mate.