Oro blanco: tres alimentos perfectos para regenerar la microbiota intestinal y mejorar las defensas

Los probióticos ofrecen beneficios para el cuerpo como la protección del sistema inmunológico, la repoblación de la flora intestinal, e incluso podrían afectar positivamente a la salud mental.

Chucrut
El chucrut se prepara con hojas de repollo y tiene múltiples beneficios para la salud.
Foto: Freepik.

En tiempos en los que la alimentación saludable cobra cada vez más importancia para las personas, los probióticos van adquiriendo cada vez más protagonismo para aquellos que buscan adoptar buenos hábitos alimenticios. Su capacidad de proteger y reforzar el sistema inmunológico, repoblar la flora intestinal, mejorar la digestión y el efecto positivo que podrían tener en la salud mental están entre los numerosos beneficios que le brindan al organismo.

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO/OMS) los define como “microorganismos vivos que, cuando se consumen en cantidades adecuadas, tienen una influencia positiva en la salud del individuo”.

Los probióticos se encuentran en alimentos fermentados que cuentan con propiedades nutritivas y cultivos microbianos agregados −bacterias vivas y activas− y son los responsables de sus beneficios para la salud y hasta pueden reducir síntomas de enfermedades.

‘Oro blanco’: tres alimentos fermentados que son aliados de la flora intestinal

1. Chucrut

Es originario de la región central de Europa, el Código Alimentario Argentino lo define como el producto que se obtiene de la fermentación láctica natural de hojas finamente picadas de diversas variedades de repollo blanco y duro (Brassica oleracea). Este producto puede contener o no condimentos y debe presentarse en buen estado de conservación; según las normas debe tener un contenido de cloruro de sodio no menor de 2% ni mayor de 3,5%; con una acidez expresada en ácido láctico no inferior al 1%, y un pH no mayor a 4,1. Además, el color del chucrut debe ser blanco amarillento.

“Es un alimento probiótico porque en el proceso de fermentación sucede la colonización, es decir, se desarrollan bacterias/microorganismos vivos que luego uno incorpora a su propia microbiota", explicó Yael Hasbani, asesora en Dietética y Nutrición Natural.

Chucrut.jpg
Chucrut.
Foto: Commons.

Para ella, los microorganismos vivos que contiene el chucrut interactúan con el sistema inmunológico, fomentando la maduración de las células inmunes y apoyando el desarrollo de funciones inmunológicas normales. Además detalló: “Hoy está estudiado que, a mayor variedad de microbiota intestinal, mejor es nuestra respuesta inmunológica”.

Tiempo atrás los investigadores comenzaron a explorar cómo es que los alimentos fermentados impactan en la salud mental. “Existe un eje intestino-cerebro que vincula la dieta directamente con el cerebro y su comportamiento en función de la salud de la microbiota”, dijo la Dra. Nicole Avena, profesora asistente de neurociencia en la Facultad de Medicina Mount Sinai al sitioMedical News Today tras ser consultada sobre los estudios observacionales que asocian la ingesta de alimentos fermentados con cambios en el estado de ánimo y la disminución de la ansiedad.

2. Yogur

Con un alto valor nutricional, el yogur es un alimento clave para mantener una dieta equilibrada. Posee proteínas, calcio, vitaminas del grupo B y grasas saludables, además de minerales como fósforo, potasio y magnesio, señaló a La Nación de Argentina Milagros Sympson, nutricionista.

Entre los beneficios de su consumo la profesional citó: “Es una de las mejores fuentes de calcio biodisponible, es decir que el cuerpo absorbe fácilmente”. En adición, reveló que una porción de 200 gramos puede cubrir entre el 24-30% de la ingesta diaria recomendada (1000 mg para adultos, según la Organización Mundial de la Salud) y agregó que la presencia de vitamina D (en algunos yogures fortificados) y el ambiente ácido del yogur favorecen aún más la absorción del calcio.

Yogur.
Yogur.
Foto: Freefoodphotos.com

Respecto de la presencia de vitaminas del grupo B en el yogur, explicó que la B2 apoya el metabolismo energético y la salud de la piel; mientras que la B12 es crucial para la formación de glóbulos rojos y el funcionamiento del sistema nervioso.

3. Kéfir

En idioma turco quiere decir “bendición” y es un producto que se obtiene a través de la fermentación de la leche por medio de un cultivo de bacterias y levaduras, conocido como “granos de kéfir”.

Según el escrito Yogur, un alimento milenario del Instituto Danone, sus gránulos son nichos ecológicos sumamente complejos de bacterias y levaduras que conviven en una “armonía biológica” y contribuyen a la salud. Además tienen lípidos, proteínas y azúcares.

El kéfir está hecho de la fermentación de la leche y granos de kéfir.
El kéfir está hecho de la fermentación de la leche y granos de kéfir.
Foto: Freepik.

El estudio “Efecto de la administración de probióticos sobre la microbiota intestinal, conocimientos actuales y aplicaciones potenciales” detalla que el consumo regular de kéfir contribuye a un aumento en la diversidad bacteriana intestinal, lo que se asocia con una mejor salud digestiva y un menor riesgo de infecciones gastrointestinales.

Otra investigación publicada en la revista Frontiers in Microbiology, revela que los probióticos del kéfir son capaces de modular la respuesta inmune y mejorar la función de las células T, que son fundamentales para la defensa del cuerpo frente a agentes dañinos.

La Nación/GDA

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