Siete razones por las que el coco puede ser tu aliado si querés bajar de peso y cómo consumirlo

Redacción El País
Entre los alimentos que favorecen la pérdida de peso, el coco destaca por beneficios únicos que muchos pasan por alto. Aunque es famoso por su versatilidad culinaria y propiedades hidratantes, pocos saben que también puede ser un gran aliado para reducir grasa corporal, acelerar el metabolismo y controlar el apetito.

Su combinación de nutrientes—grasas saludables, fibra y compuestos metabólicamente activos—lo convierte en un complemento ideal para una dieta equilibrada. Estos son sus principales beneficios:

1. Acelera el metabolismo: gracias a los triglicéridos de cadena media (MCT) presentes en su aceite, el cuerpo quema estas grasas rápidamente como energía, aumentando el gasto calórico.
   
2. Genera saciedad:el alto contenido de fibra y grasas naturales reduce el hambre y evita picoteos innecesarios.
   
3. Regula el azúcar en sangre: su bajo índice glucémico y su fibra ayudan a estabilizar la glucosa, previniendo antojos.
   
4. Combate la grasa abdominal: los MCT se asocian con la reducción de grasa visceral, la más dañina para la salud.
   
5. Opción saludable para endulzar: El azúcar de coco (en moderación) es una alternativa de bajo índice glucémico al azúcar refinado.
   
6. Hidratación inteligente: el agua de coco repone electrolitos sin añadir calorías vacías, ideal para activar el metabolismo.
   
7. Digestión ligera: su fibra mejora el tránsito intestinal y ayuda a eliminar toxinas.
   

   

   Foto: Unsplash.

• Moderación es clave
  El coco es nutritivo pero calórico; comé porciones pequeñas.
  
• Evitá agregarle azúcar
  Lo mejor es coco fresco, rallado o agua de coco natural sin azúcares añadidos.
  
• Cautela con el aceite de coco
  Úsalo en cantidades controladas (1-2 cucharadas diarias).

Incluir el coco de forma estratégica en tu alimentación puede marcar la diferencia en tu meta de pérdida de peso, siempre que priorices su consumo fresco y evites excesos. Además, acordate de combínar la ingesta de coco (y de alimentos saludables en general) con ejercicio físico regular.