Con información de El Tiempo/GDA
Las frutas y verduras son alimentos que contienen una gran cantidad de propiedades para el organismo, y es por eso que nutricionistas recomiendan consumir de cuatro a cinco porciones de estas al día. Una de estas frutas es el tomate —aunque algunas personas creen que es una verdura—, que de acuerdo con diversos estudios contiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, que pueden aportar al organismo en general, especialmente al sistema circulatorio.
Los nutricionistas siempre recomiendan que, para tener una salud óptima, es necesario adoptar hábitos de vida saludables, mantener una buena alimentación y realizar actividades físicas para evitar problemas como la obesidad y el sobrepeso. En cuanto al papel que juega el tomate en una dieta balanceada, cabe resaltar que esta fruta tiene propiedades nutritivas, puesto que contiene una sustancia llamada licopeno. Este, según indican algunos estudios, es un potente antioxidante que también se puede encontrar en la sandía, la naranja roja y el pomelo rosado.
Según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos (NLM, por sus siglas en inglés), este componente puede ayudar a proteger las células contra los daños causados por varias sustancias, como los radicales libres.
Por lo tanto, estos expertos en nutrición y los estudios que se han realizado al respecto, sugieren incluir el tomate en varias comidas del día para así aprovechar las propiedades que le puede aportar al organismo.
Los antioxidantes que contiene el tomate pueden ayudar a proteger las arterias, así como también por las fibras que este contiene ayudar a reducir el colesterol LDL, popularmente conocido como el "colesterol malo".
De igual forma, debido a que el tomate puede proteger la salud del sistema circulatorio, también puede ayudar a actuar como anticoagulante y prevenir así los síntomas causados por las várices.
Un continuo consumo de tomate en la dieta puede ayudar a combatir la formación de coágulos, de acuerdo con los resultados que arrojó un estudio realizado por The Rowett Institute, centro de investigación en alimentación y nutrición ubicado en Escocia.
“Si consumimos cuatro tomates diarios, evitaríamos la formación de coágulos en hasta un 72% y mejoraríamos, además, el retorno venoso”, mencionó parte del estudio.
Para incorporar tomates en la alimentación, se debe elegir los que estén en buenas condiciones: los más firmes al tacto y que no presenten golpes, heridas o machucones. Además, se recomienda conservarlos en lugares frescos, ventilados y sin exposición directa al sol, entre 10°C y 15°C, según indicó la Unidad Agroalimentaria Metropolitana (UAM).