Frutas recomendadas para diabéticos: consejos de una dietista de Harvard sobre consumo y combinaciones

Nancy Oliveira, especialista de Harvard Health, explicó qué frutas son más seguras para diabéticos y cómo combinarlas con otros alimentos para evitar picos de azúcar en sangre.

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Foto: Needpix.

Redacción El País
Una reciente publicación de Harvard Health, la división de información de salud de la Facultad de Medicina de Harvard, analizó cómo las personas con diabetes pueden incorporar la fruta en su dieta de manera segura y beneficiosa.

Nancy Oliveira, dietista certificada y educadora en diabetes, señaló que la reacción al comer fruta depende del metabolismo de cada persona y de los alimentos con los que se acompañe.

El reporte indica que todas las frutas son fuentes de carbohidratos mínimamente procesados, con fibra y alto valor nutritivo. Sin embargo, algunas variedades destacan por su bajo contenido de azúcar, como las bayas (fresas, zarzamoras, frambuesas, arándanos), los kiwis.

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Kiwis, limas y manzana Granny Smith.
Foto: Freepik.

La Asociación Americana de la Diabetes recomienda especialmente frutos del bosque y cítricos.

Según Oliveira, no es necesario obsesionarse con el índice glucémico porque no resulta una herramienta práctica: la cantidad y las combinaciones con otros alimentos influyen más en la respuesta del cuerpo.

La fibra presente en la fruta ayuda a que los azúcares se absorban de manera gradual, evitando subidas bruscas.

La especialista aconseja consumir hasta tres porciones de fruta entera al día, distribuidas a lo largo de la jornada. Una porción equivale a una fruta mediana o una taza, mientras que en el caso de variedades más densas, como el plátano o el mango, la porción adecuada es media taza.

Además, recomendó combinar la fruta con alimentos ricos en fibra, grasas o proteínas, lo que ayuda a ralentizar la digestión y a prevenir picos de glucosa.

Respecto a las presentaciones, Oliveira sugiere optar por fruta congelada sin azúcar, que mantiene sus nutrientes, o fruta deshidratada en pequeñas cantidades (entre dos cucharadas y 1/4 de taza). En el caso de la fruta enlatada, lo mejor es que esté envasada en agua o jugo, nunca en almíbar.

En base a La Nación/GDA

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