Redacción El País
La dieta nórdica es un estilo de alimentación inspirado en las tradiciones de Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia.
Se centra en el consumo de alimentos frescos, locales y sostenibles, como pescados, cereales integrales, hortalizas, legumbres y lácteos fermentados.
Según la OMS, esta alimentación se considera una de las más saludables, por su bajo contenido en alimentos tóxicos y su aporte de nutrientes esenciales. “Todos los vegetales incluidos son muy ricos en antioxidantes… tienen mucha vitamina A, C y fibra”, explica la nutricionista Ana Chezzi.
A diferencia de la dieta mediterránea, que utiliza aceite de oliva, la nórdica apuesta por el aceite de colza, rico en grasas monoinsaturadas y ácido alfa-linolénico, un omega-3 vegetal.
También prioriza los lácteos y desaconseja el exceso de carne, reemplazándola por legumbres como fuente de proteína.
Los beneficios incluyen la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, hipertensión y obesidad. Estudios muestran mejoras en los lípidos sanguíneos, presión arterial y control de peso.
“La fibra previene enfermedades intestinales y el omega-3 reduce riesgos cardiovasculares”, señala Claudia Sempé.
En base a El Tiempo/GDA