El te de kombuchao llamada simplemente kombucha se obtiene a través de un proceso de fermentación de te y de azúcar producida por un scoby (una colonia simbiótica de levaduras y bacterias). La simbiosis de levaduras y bacterias consumirán el endulzante que se le agregue generando probióticos, importantes para la salud intestinal. Existe evidencia que afirma que trae beneficios para el bienestar de la microbiota intestinal y como antioxidante. Sin embargo, también hay estudios que sugieren que es mejor no consumirla en casos particulares como en el embarazo o cuando se tiene alguna enfermedad autoinmune.

El té de kombucha ha sido utilizado por más de mil años. Existen muchas teorías sobre su lugar de procedencia y creación. Una de ellas indica que proviene posiblemente de China, ya que se usó durante el imperio chino de la dinastía Han, entre los años 206 a. C. hasta el 220 d. C. En Uruguay, si bien no cuenta con una gran masa de consumidores, sí tiene fieles y entusiastas adeptos. Y no de ahora: hace casi 20 años, la bebida era altamente popular en Melo, por ejemplo.

Se ha dicho mucha veces que las bebidas carbonizadas son dañinas para la salud, porque tienen o mucha azúcar o porque su alto contenido en fósforo puede generar la descalcificación de los huesos. Sin embargo, para muchas personas es muy difícil dejarlas. Lo burbujeante y dulce de estas bebidas las hace –en muchas ocasiones– adictivas. Sin embargo, existe un reemplazo ideal: las kombuchas.

Si bien estas bebidas no son tan dulces como las gaseosas, son burbujeantes y las encontramos de distintas variedades. Existen marcas que tienen un sabor más ligero, menos ácido que otras. Además, algunas empresas las saborizan con frutas dulces como frutos rojos, fresa, arándanos; haciéndolas más sabrosas.

En Uruguay hay una oferta relativamente limitada de kombuchas por ahora, pero uno puede hacer una propia ya que sus principales ingredientes son té (negro, verde o rojo) y algún sustrato dulce (azúcar, panela, chancaca). Lo único en lo que sí necesitará invertir es en comprar el Scoby para empezar a fermentar y los envases para tener la kombucha. Una vez que el proceso inicia, mantener la colonia de levaduras y bacterias es un proceso enriquecedor para el maestro kombuchero. Además, la bebida es una muy buena alternativa para hacer "mocktails", o cócteles sin alcohol.