Cómo hacer que los niños aprendan a comer saludable desde una edad temprana: claves para crear buenos hábitos

Las deficiencias nutricionales no solo pueden limitar el crecimiento físico, sino también afectar el desarrollo cognitivo de los niños. Por ello, es crucial fomentar buenos hábitos nutricionales desde una edad temprana.

“Para crear un nuevo hábito, hay que reprogramar un poco el cerebro”, afirma el profesor John Weinman, experto en psicología de la salud y adherencia al tratamiento del Centro de Investigación y Educación sobre Adherencia del King's College de Londres.

La clave para formar nuevos hábitos está en establecer objetivos claros y específicos. La investigación muestra que quienes adoptan conductas saludables en su vida diaria lo hacen, en gran medida, por costumbre. “Cuando los niños aprenden la importancia de una buena nutrición, no solo construyen las bases para su propio bienestar a largo plazo, sino que también se convierten en agentes de cambio en sus hogares y comunidades”, señala la doctora Claudia Sánchez, directora médica de Abbott.

No existe un número mágico de días para crear un hábito o realizar un cambio en el estilo de vida, pero sí hay estrategias para establecerlos y mantenerlos. Por ejemplo la “acumulación de hábitos”; este método ayuda a que los nuevos hábitos se mantengan porque aprovecha la conectividad del comportamiento humano.

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A continuación, le explicamos cómo puede hacerlo:

• Tome un hábito que ya tenga.
• Piense en un nuevo hábito que quiera empezar.
• Junte los hábitos, repetidamente.
• Con el tiempo, el nuevo hábito se convertirá en una parte natural de su rutina.

Por supuesto, hay otros factores importantes como la autodisciplina y la responsabilidad. Sin embargo, la suma de buenos hábitos puede ayudarle —a usted y a sus hijos— a alcanzar sus objetivos aprovechando el impulso natural del comportamiento humano.

Los niños que siguen una dieta equilibrada tienden a estar más concentrados en la escuela, disfrutan más de la actividad física y, en general, tienen mayor energía.

Edwin Caicedo, El Tiempo/GDA