Redacción El País
La hipertensión arterial es uno de los grandes desafíos de la salud pública. Se estima que más de 1.200 millones de personas conviven con esta condición en el mundo. Si no se controla, puede derivar en complicaciones graves a nivel cardiovascular, cerebral y metabólico. Frente a ese panorama, cada vez más especialistas subrayan la importancia de los hábitos de vida, con la alimentación en primer plano.
En una de sus intervenciones recientes, la médica Isabel Viña compartió cuáles son los alimentos que contribuyen a mantener la presión en valores adecuados. Según explicó, no se trata de cambios radicales, sino de sumar a la dieta diaria opciones que aportan minerales, antioxidantes y fibra.
El rol del potasio en la dieta
Uno de los primeros nutrientes en los que hace foco es el potasio, clave para equilibrar líquidos y favorecer la relajación de los vasos sanguíneos. Se encuentra en alimentos tan comunes como la banana, la palta y la granada, que además ayudan a prevenir calambres, mejorar el rendimiento físico y cuidar la salud ósea.
Sandía y tomate, aliados inesperados
Viña también destacó la importancia de la arginina, un aminoácido presente en la sandía. Este fruto, además de hidratar, tiene propiedades vasodilatadoras. A eso se suma el licopeno, antioxidante que también abunda en el tomate. Ambos, combinados, pueden mejorar la tensión arterial. En el caso del tomate, al cocinarlo se potencia aún más su capacidad protectora frente a enfermedades cardiovasculares.
Verduras de hoja y hortalizas ricas en nitratos
Otro grupo a tener en cuenta son las verduras con alto contenido de nitratos, que en el organismo se transforman en óxido nítrico y favorecen la dilatación de los vasos. Espinaca, rúcula, remolacha y apio son algunas de las opciones más recomendadas. Integrarlas en ensaladas, licuados o como guarnición puede marcar la diferencia.
La fibra, un refuerzo indispensable
La médica también remarcó la relevancia de la fibra, tanto para la digestión como para el control de la presión arterial. Frambuesas, lentejas cocidas y brócoli son ejemplos de alimentos que, además, aportan antioxidantes y compuestos con efectos antiinflamatorios. El brócoli, en particular, se destaca como un aliado metabólico y protector frente a enfermedades crónicas.
Una estrategia simple y efectiva
El mensaje final es claro: sumar de forma regular estas frutas, verduras y legumbres a la alimentación puede ser una herramienta sencilla y eficaz para quienes buscan mantener la tensión arterial bajo control y reducir riesgos a futuro, sin necesidad de cambios drásticos en la dieta cotidiana.
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