Adiós al pan rallado y a la harina: conocé la fórmula perfecta para rebozar las milanesas

Las milanesas son por excelencia el plato preferido de muchos rioplatenses: una receta simple de carne rebozada que goza de un sabor único. La versión tradicional se hace con pan rallado o, en determinados casos, con harina -de este modo se consideran a la marinera-.

Aunque es favorita de este lado del mundo, el origen de la milanesa -tal como lo indica su nombre-, proviene de Milán, Italia, en donde tomó inspiración de las cotoletta alla milanese hace tres siglos.

La verdad de cómo surgió es una discusión que se extiende hasta nuestros días, ya que en Viena, Austria, también se atribuyen como creadores de este plato. Sin importar cuál sea el comienzo, en el siglo XX los inmigrantes europeos trajeron consigo esta receta a esta parte del continente y aquí la adoptamos como nuestra. Incluso una de sus variantes está bautizada como “Napolitana”, en honor a la ciudad de Napoli.

Si bien la versión tradicional se elabora con otros ingredientes, si sos una persona que busca una opción más saludable y rica en proteínas, podés hacerlo también: el rebozado con avena es la respuesta.

Ingredientes:

• 1 kg de cuadrada cortada en bifes.
• 1 taza de avena instantánea.
• ½ taza de mix de semillas (a elección).
• 3 huevos.
• Ajo picado, perejil picado, provenzal, curri y sal, a gusto.

Foto: Unsplash.

Para elaborarlas, podés seguir el paso a paso:

1. En un bowl mezclá los huevos con los condimentos (sal, ajo, provenzal, perejil y curri).
2. Empapá la carne en la preparación y dejá marinar por al menos una hora. El propósito de esto es que se impregne el sabor.
3. En un recipiente volcá la avena y las semillas, homogeneizá todo. Comenzá a rebozar de a una las milanesas.
4. En una fuente para horno previamente aceitada colocá las milanesas y cocinalas a una temperatura de 190° C hasta que estén doradas de ambos lados.

A modo de tips adicionales, podés mezclar los huevos con mostaza para darle un sabor más potente a la carne o, como alternativa sin gluten, rebozarlas en queso rallado, aunque su costo de preparación es más alto.

La Nación/GDA