¿Sentís que estás perdiéndote cosas mientras los demás están de vacaciones? Qué es el FOMO y cómo aliviarlo

Sentir miedo a perderse algo no significa ser ingrato ni débil, sino que es una reacción humana amplificada por la cultura digital; entenderlo permite desactivarlo.

Celular trabajo
Mujer mira el celular mientras trabaja.
Foto: Freepik.

Redacción El País
Mientras algunos llenan las redes sociales de fotos en la playa, viajes soñados y encuentros interminables, muchas personas viven el verano desde otro lugar: trabajando, cuidando a otros o simplemente sin planes espectaculares. En ese contraste aparece una sensación cada vez más común: la idea de que todos están disfrutando menos uno mismo. La psicología tiene nombre para ese malestar: FOMO.

FOMO es la sigla en inglés de Fear of Missing Out, que se traduce como miedo a perderse algo. Describe la ansiedad que surge cuando creemos que otras personas están teniendo experiencias más valiosas, divertidas o significativas que las nuestras, y que estamos quedando afuera.

Aunque no es un fenómeno nuevo, las redes sociales lo amplificaron. Instagram, TikTok y WhatsApp muestran recortes cuidadosamente editados de la vida ajena, generando una comparación constante que el cerebro interpreta como real y completa, aunque no lo sea.

Por qué el FOMO se intensifica en vacaciones

El verano y las vacaciones son un caldo de cultivo perfecto para el FOMO por varias razones:

  • Existe un mandato social de “disfrutar”, viajar y descansar.
  • Se publican más fotos de ocio, playas, fiestas y reuniones.
  • El ritmo propio suele ser distinto al de los demás.
  • Aparece la idea de que este tiempo es “irrecuperable”.
Ansiedad, angustia, pánico
Hombre estresado.
Foto: Freepik.

Desde la psicología social, se explica que el cerebro humano está programado para compararse con el grupo. Cuando percibe que queda fuera, activa una señal de alerta emocional similar a la exclusión.

El FOMO no solo genera incomodidad momentánea. Sostenido en el tiempo, puede provocar: ansiedad y frustración, dificultad para disfrutar el presente, insatisfacción crónica, consumo compulsivo de redes sociales y sensación de que “nada alcanza”. Paradójicamente, cuanto más se intenta compensar el FOMO —aceptando planes que no se desean o revisando el celular todo el tiempo—, más se refuerza.

Cómo aliviar el FOMO, según expertos

  1. Recordar que las redes no muestran la vida completa. Lo que se ve es una selección de momentos felices, no el detrás de escena. Internalizar esto ayuda a bajar la comparación automática.
  2. Reducir la exposición digital. No se trata de desaparecer, sino de dosificar. Limitar horarios de uso o silenciar cuentas que disparan malestar puede marcar una gran diferencia.
  3. Redefinir qué significa “aprovechar”. Aprovechar el verano no es igual para todos. Descansar, tener rutinas simples o incluso trabajar con más calma también cuentan como experiencias válidas.
  4. Volver al cuerpo y al presente. Actividades físicas suaves, caminatas, lectura o momentos sin pantalla ayudan a salir de la mente comparativa y volver al aquí y ahora.
  5. Elegir con intención. Aceptar que no se puede estar en todo y que cada elección implica renuncias libera del mandato de omnipresencia. Elegir menos puede significar disfrutar más.
Mujer respira con calma
Mujer respira con calma, en soledad.
Foto: Freepik.

Sentir FOMO no significa ser ingrato ni débil: es una reacción humana amplificada por la cultura digital. Entenderlo permite desactivarlo. No todos los veranos tienen que verse iguales, ni vivirse como en una historia ajena. A veces, aliviar el FOMO no implica hacer más cosas, sino dejar de mirar tanto lo que hacen los demás y empezar a registrar lo que sí está pasando en la propia vida.

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