Redacción El País
La memoria no solo permite recordar datos y experiencias; también construye nuestra identidad y nos ayuda a orientarnos en la vida.
El neurocientífico Charan Ranganath, de la Universidad de California, advierte que preservar la memoria es clave para mantener la autonomía y la sensación de continuidad personal.
Ranganath destaca la importancia de la memoria episódica, que nos permite situarnos en el presente a partir de experiencias pasadas. Su pérdida, ya sea por envejecimiento o enfermedad, puede desorientar y afectar la noción del propio yo, dificultando la planificación y las relaciones sociales.
Entre los factores que fortalecen la memoria, el especialista menciona hábitos de vida saludables: dormir bien, ejercitarse, mantener interacciones sociales, estimular cognitivamente el cerebro, llevar una dieta equilibrada, no fumar y limitar el alcohol. Además, controlar enfermedades como la diabetes, cuidar la visión y la audición, y prevenir golpes en la cabeza son medidas esenciales para la salud cerebral.
Ranganath también subraya el papel de la curiosidad y la dopamina en el aprendizaje. Exponerse a nuevas experiencias, aceptar riesgos y explorar activa la neuroplasticidad, fortaleciendo la memoria incluso en la adultez. En cambio, la multitarea y la atención fragmentada afectan la calidad de los recuerdos, por lo que recomienda enfocarse en una actividad a la vez y documentar experiencias de forma consciente.
Seguir estos hábitos y estrategias prácticas puede ayudar a mantener un cerebro saludable y una memoria más resistente, contribuyendo a un envejecimiento cognitivo más pleno y activo.
En base a La Nación/GDA