Hablar con tu perro fortalece el vínculo y mejora el bienestar emocional

Dialogar con los perros no es solo una muestra de cariño: fortalece el vínculo, estimula la liberación de oxitocina y promueve el bienestar emocional de personas y mascotas.

Pareja con mascota
Pareja con su mascota.
Foto: Freepik.

Redacción El País
En muchos hogares, conversar con el perro es casi tan natural como charlar con un amigo. Lejos de ser un gesto ingenuo, esta costumbre refuerza el vínculo humano-animal y aporta beneficios emocionales tanto para las personas como para sus mascotas.

Desde la psicología, se asocia con empatía, sensibilidad y actitudes protectoras, elementos que consolidan una conexión afectiva profunda.

Un lazo que mejora la salud emocional

Investigaciones señalan que la interacción verbal y el contacto visual entre humanos y perros elevan los niveles de oxitocina, la llamada “hormona del amor” o “del abrazo”. Esta sustancia, que se libera de forma natural en el cerebro, facilita el apego, la conexión y el disfrute de las pequeñas cosas cotidianas.

Este efecto positivo ocurre en ambas direcciones: personas y animales se benefician. Los estudios hablan de un “bucle” de oxitocina entre especies, potenciado por las miradas y la comunicación afectiva, que habría contribuido a la coevolución de esta relación.

Confianza y escucha sin prejuicios

La conexión con un perro puede ser tan fuerte que, para algunas personas, resulta más fácil compartir emociones difíciles con su mascota que con un amigo o pareja. Los perros escuchan sin interrumpir ni juzgar, brindando un espacio seguro para desahogarse y procesar sentimientos.

Poner en palabras lo que uno siente ayuda a disminuir la intensidad de las emociones y a reaccionar con mayor calma. Además, la simple presencia del animal puede distraer, animar o invitar al juego, mejorando el ánimo y reforzando el vínculo.

Perro mascota
Mujer abrazando a su mascota.
Foto: Freepik.

También ellos ganan

No solo los humanos se ven favorecidos. Estudios con neuroimágenes muestran que el centro de recompensa del cerebro de los perros responde con más intensidad a la voz de su dueño que a la de otras personas. Esto confirma que la voz humana tiene un valor especial para ellos.

El “habla perruna” —ese tono suave, cálido y con entonación similar al que usamos con bebés— resulta especialmente efectivo para captar su atención. Investigaciones demuestran que los perros prefieren este tipo de comunicación y tienden a acercarse más a quienes lo emplean.

Un hábito que vale la pena mantener

Hablar con el perro, mirarlo a los ojos y prestarle atención no es una excentricidad, sino una forma de fortalecer un lazo que beneficia a ambos. En tiempos donde la conexión genuina escasea, pocas cosas son tan simples y efectivas como dedicar unos minutos de charla a nuestro compañero de cuatro patas.

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