El autocuidado no es un lujo: es un acto de amor propio y parte fundamental del sistema de salud. Así lo entiende la Federación Global del Autocuidado (GSCF, por sus siglas en inglés), organización que impulsó el Día Mundial del Autocuidado, celebrado cada 24 de julio. Como la fecha lo indica, este hábito debe ser 24/7, es decir, ininterrumpido: 24 horas al día, 7 días a la semana.
El concepto va mucho más allá de tener una rutina de cuidado de la piel o meditar a diario. Algunos ejemplos de intervenciones de autocuidado —según la Organización Mundial de la Salud— son el autocontrol de la presión arterial, la auto-administración de anticonceptivos inyectables, la autorrecolección de muestras vaginales para la detección de los Virus del Papiloma Humano (VPH) y el autocontrol de la glucemia para la diabetes.
Tipos de autocuidado
De acuerdo al ‘Manual de autocuidado’ de Unicef, aprender a cuidarse permite mejorar la relación con uno mismo y conocerse mejor. Se trata de un conjunto de prácticas que empoderan a la persona, mejoran su calidad de vida y previenen enfermedades, e incluyen decisiones que pueden parecer pequeñas, pero tienen un gran impacto, como establecer límites que separen la vida laboral de lo personal.
A veces se cree que autocuidado es igual a descansar. Si bien es cierto que tener un sueño de calidad y no sobreexigirse es importante para estar bien, también es importante hacer ejercicio, estudiar e incluso usar el tiempo libre para una actividad lúdica, entre otras opciones. Según Unicef, es posible distinguir las siguientes categorías:
Autocuidado hoy y siempre
Para la especialista en entrenamiento cognitivo Ana Abbona Santín, creadora del Espacio Rejuvenate, el autocuidado es un aspecto clave del envejecimiento activo. Es importante “aceptar los cambios que vienen con la edad”, pero, al mismo tiempo, mantener un estilo de vida saludable que nos permita vivir esta etapa de la mejor manera.
En este sentido, recomendó garantizar que el hogar sea seguro y accesible para mantener la autonomía (elementos como barras de apoyo o rampas pueden ayudar), cuidar la salud del cerebro y mantener la mente activa aprendiendo cosas nuevas y socializando, seguir de cerca los cuadros crónicos y asistir a las consultas médicas que sean necesarias, y procesar los duelos y las pérdidas, que pueden ser “especialmente dolorosos” durante la vejez.
Este Día Mundial del Autocuidado es una oportunidad para evaluar en qué prácticas o hábitos podemos mejorar para impulsar nuestra calidad de vida. Al cuidar de nosotros mismos también cuidamos de quienes nos rodean, y empezar con pequeños cambios puede marcar una gran diferencia en nuestro bienestar diario.