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EMDR: cómo funciona esta psicoterapia que permite superar diferentes eventos traumáticos

Este modelo pone énfasis en cómo afecta el trauma a la persona en la actualidad, ya sean síntomas físicos o psicológicos.

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Por Tatiana Scherz Brener
La vida es, por definición, una montaña rusa. Tiene momentos disfrutables, que generan bienestar, y otros más desafiantes, que provocan sensaciones negativas. Cuando el cerebro no puede procesar el impacto emocional de estas situaciones difíciles, nos congelamos y se crea un trauma.

Todos los seres humanos contamos con un gran procesador de información que es el cerebro. Sin embargo, “hay determinados acontecimientos con los que el cerebro no puede llegar a una resolución adaptativa, es decir, aprender de eso”, explicó la psicóloga Ivonne Spinelli. En esos casos, la información queda bloqueada en redes de la memoria y se reactiva cada vez que suceden situaciones similares, expuso. He aquí el trauma.

En 1987, la psicóloga estadounidense Francine Shapiro creó una modalidad de psicoterapia para tratar el trastorno de estrés postraumático (TEPT) llamada EMDR: reprocesamiento y desensibilización a través del movimiento ocular.

Viviana Bentancor, también psicóloga, indicó que esta modalidad está enfocada en el presente: “La mayoría de las psicoterapias, como el psicoanálisis, se orientan hacia la historia del paciente, pero EMDR pone énfasis en cómo afecta el trauma a la persona actualmente”. Pueden ser síntomas físicos, como una enfermedad o dolor crónico, o psicológicos, como ataques de pánico o ansiedad.

Cualquier situación puede causar un trauma si deja una impresión negativa en la consciencia de la persona, sostuvo Bentancor. En la misma línea, Spinelli contó que los motivos de consulta son variados: problemas interpersonales, baja autoestima, falta de regulación emocional, etc. “La persona consulta por lo que le pasa en el momento presente”, resaltó.

La técnica.

El EMDR trabaja, en primer lugar, con el reprocesamiento de la información. Esto significa entender de una nueva manera la información que quedó bloqueada. En otras palabras: ver y sentir lo que sucedió de otra forma. En segundo lugar, se busca desensibilizar, es decir, bajar la afectación que tiene la persona hacia cierta situación.

Ahora bien, ¿cómo se logra? “Esta psicoterapia estimula los hemisferios cerebrales para que, en conjunto, puedan procesar esa información que originalmente no se procesó”, explicó Bentancor. La técnica se denomina estimulación bilateral, y la manera más conocida de aplicarla es a través de los movimientos oculares.

“El terapeuta mueve sus dedos y le pide al paciente que los siga con la mirada”, mencionó la especialista. De esta manera, se busca imitar el movimiento que hacen los ojos mientras dormimos. “Cuando soñamos, los ojos se mueven alternadamente, y eso significa que estamos reprocesando información”, señaló Spinelli.

Lo anterior es importante porque “cuando hay trauma, quedamos muy trancados en la impresión que quedó en el hemisferio derecho, que es el emocional”, expresó Bentancor. Ambos hemisferios tienen que participar para que podamos procesar la información, y el movimiento ocular permite que tanto el derecho como el izquierdo se activen.

“La memoria que quedó guardada en un área del cerebro pasa a integrarse con otras redes de memoria más adaptativas. De esta manera, cambia la perspectiva de la perturbación emocional”, expuso Spinelli. Según dijo, si se realiza una tomografía por emisión de positrones (una técnica capaz de medir determinados procesos metabólicos del cuerpo humano) antes y después de intervenir con la terapia EMDR, puede observarse una diferencia en las zonas del cerebro que se activan cuando la persona piensa en el evento traumático.

Asimismo, las psicólogas señalaron que la estimulación bilateral no tiene por qué ser con el movimiento ocular. “Para personas con ceguera o la vista cansada, también se hacen toques alternados en las piernas o los brazos”, mencionó Bentancor. Otra manera es con auriculares, reproduciendo sonidos de manera alternada entre el oído izquierdo y el derecho.

Ilustración cerebro
Ilustración del cerebro.

La efectividad de esta terapia.

El tratamiento con EMDR lleva, en promedio, entre tres y 12 sesiones, remarcó Bentancor. Depende de la complejidad del trauma y de si existen otros traumas asociados, entre otras cuestiones. Sin embargo, el tiempo no es reglamentario y hay casos en los que el proceso puede ser aún más largo.

Para trabajar con niños, muchas veces se aplican otras formas, como puede ser el dibujo. Bentancor relató la historia de un chico que tenía miedo a los insectos y, a medida que avanzaban las sesiones, ella le pedía que los dibujara. “Le fui haciendo estimulación bilateral y los dibujos fueron cambiando, hasta que él mismo me dijo que eran más coloridos y lindos”, contó. Luego, hay que ver si ese cambio se refleja en la vida diaria del paciente.

“En mi experiencia, la efectividad es de un 90%. A muy pocas personas no les sirve, a veces por resistencia o porque no es el momento para la persona”, opinó la especialista. Spinelli estuvo de acuerdo: “Hay investigaciones que validan la efectividad de EMDR y considero que es una de las terapias más efectivas y rápidas para tratar el trauma”.

Para Bentancor, “todos estamos biológica y emocionalmente preparados para la supervivencia y el equilibrio mental”. En este sentido, afirmó que “el terapeuta no cura, sino que mueve la capacidad propia del individuo de sanarse a sí mismo”. Y añadió: “Es un trabajo duro, pero es un trabajo que alivia”.

Grupos de apoyo para traumas colectivos.

Ivonne Spinelli forma parte de EMDR Uruguay, una asociación sin fines de lucro integrada por profesionales del área de la salud mental. Fue fundada en 2007 de acuerdo a los criterios establecidos por EMDR Institute, la organización creada por la fundadora de esta terapia, Francine Shapiro.

EMDR Uruguay desarrolló una iniciativa de ayuda humanitaria en la que realizan intervenciones frente a eventos que pueden ser traumáticos para una gran cantidad de personas. El objetivo es brindar asistencia psicológica específica vinculada al trauma en situaciones que afectan a un colectivo, según indican en su página web.

El Grupo de Ayuda Humanitaria se creó en 2016 motivado por la situación que atravesaba la población de Dolores (Soriano) luego del tornado que destrozó la ciudad ese mismo año. Frente a dicha catástrofe, el equipo, integrado por más de 30 terapeutas, intervino rápidamente con la población afectada.

A su vez, Spinelli comentó que han realizado otras intervenciones como resultado de la pandemia por coronavirus, así como también en liceos donde ha fallecido uno de los alumnos y el resto de la clase queda afectado.

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