Según la Clínica Mayo, el agotamiento laboral, o más conocido como "burnout", es un tipo de estrés vinculado con el trabajo, que incluye no solo un desgaste físico, sino también emocional.

“El agotamiento no es un diagnóstico médico. Algunos expertos piensan que detrás del agotamiento, hay otros trastornos, como la depresión. El agotamiento puede aumentar el riesgo de depresión. Pero depresión y agotamiento no son lo mismo y requieren tratamientos diferentes”, explica la entidad.

La Clínica Mayo ofrece algunas preguntas clave que podrían ayudar a identificar si una persona tiene agotamiento laboral:

• ¿Cuestionás la importancia de tu trabajo?
  
• ¿Te "arrastrás" al trabajo y tenés problemas para empezar?
  
• ¿Te sentís aislado de tu trabajo y de tus compañeros de tarea?
  
• ¿Perdés a menudo la paciencia con tus compañeros de trabajo o los clientes?
  
• ¿Te falta energía para hacer tu trabajo de forma correcta?
  
• ¿Te cuesta concentrarte en el trabajo?
  
• ¿Sentís poca satisfacción con lo que hacés?
  
• ¿Se siente decepcionado con su trabajo?
  
• ¿Dudás de tus habilidades y capacidades?
  
• ¿Recurrís a la comida, drogas o alcohol para sentirte mejor o "anestesiar" tus sentimientos?
  
• ¿Cambiaron tus hábitos de sueño?
  
• ¿Tené dolores de cabeza, problemas estomacales o intestinales, u otros problemas físicos sin causa aparente?

La recomendación de la Clínica Mayo es que si una persona respondió afirmativamente a una o varias preguntas de este cuestionario, es posible que el paciente tenga agotamiento laboral, por lo que la mejor opción es hablar con un profesional de atención médica o experto en salud mental.

Ilustración: Freepik.

La entidad resalta algunas situaciones o detonantes que podrían generar agotamiento laboral como:

• Falta de control. No tener la opción de opinar sobre horarios, carga de trabajo o tareas puede derivar en agotamiento laboral.
  
• Falta de claridad sobre lo que se espera de usted. Esta sensación puede hacer que el paciente crea que no está haciendo un buen trabajo.
  
• Conflictos con otras personas. Sentir que el jefe o que los compañeros están en contra puede generar estrés y abrumar a la persona.
  
• Demasiado o muy poco para hacer. Si el trabajo es aburrido o hace que la persona esté tan ocupada que no puede cumplir con las exigencias, puede derivar en fatiga.
  
• Falta de apoyo. Problemas con el equilibrio entre la vida y el trabajo. Sentir que el trabajo ocupa tanto tiempo y energía que no queda nada para compartir espacios con la familia o los amigos puede llevar al ‘burnout’.

Foto: Leonardo Carreño.

De acuerdo con la Clínica de la Universidad de La Sabana, hay algunas estrategias efectivas para manejar el estrés y evitar que se convierta en agotamiento laboral:

• Respiración diafragmática. Se ha comprobado que esta es una técnica efectiva para reducir la ansiedad y mejorar la salud mental. En el trabajo, se recomienda incluir pausas regulares para practicarla, en especial cuando hay momentos llenos de estrés.
  
• Actividad física. El sedentarismo aumenta el riesgo de enfermedades crónicas y puede deteriorar la salud mental, por lo que es clave incorporar la actividad física en el trabajo y fuera de él.
  
• Pausas activas. Realizar pausas activas cada 60-90 minutos para estirar los músculos y reducir la tensión puede ayudar a reducir el estrés y entrar en un estado de relajación.
  
• Equilibrio entre lo personal y laboral. Es esencial establecer límites claros y respetar los momentos de descanso.

El Tiempo - GDA