Ana Abbona Santín
La autonomía, en general puede describirse como la capacidad de tomar decisiones y actuar de acuerdo a ellas, sin la influencia de factores externos o internos. Sin embargo, puede ser definida de diferentes maneras, siempre con referencia a nuestra capacidad de autorregulación y autodeterminación.

Si pensamos en términos filosóficos, la autonomía es la capacidad de vivir de acuerdo a nuestras propias leyes y principios, sin ser gobernados por las normas o deseos de otros. En este sentido, es un valor fundamental para nuestra libertad y dignidad humana.

Desde la psicología, se la define como la capacidad de tomar decisiones y actuar de forma independiente. Eso implica tener habilidades y conocimientos para tomar decisiones informadas, así como la confianza en nosotros mismos para llevarlas a cabo.

¿Y si lo llevamos a la vida cotidiana? Entonces hablamos de vivir de forma independiente, cuidando de nosotros mismos, tomando decisiones y participando de la comunidad sin ser controlados o influenciados por otros. Se trata de un derecho fundamental que debe ser respetado y garantizado a todos los seres humanos, sin importar su edad, género, condición social o discapacidad.

Las situaciones en los que nuestra autonomía se pone en juego son muchas y de diversa índole: pueden ir desde decidir qué comer, qué vestir o dónde vivir, hasta elegir a quién amar y con quién casarse.

Cuando seleccionamos la carrera que estudiaremos o la profesión ejerceremos, definimos cómo educaremos a nuestros hijos o si haremos explícitas nuestras ideas políticas, estamos viviendo de forma autónoma.

Heteronomía vs. Dependencia.

El opuesto de la autonomía no es la dependencia, sino la heteronomía. Estos conceptos están relacionados, pero no son lo mismo.

La heteronomía es la necesidad de que alguien más tome nuestras decisiones cuando no tenemos la capacidad de decidir por nosotros mismos.

En tanto, la dependencia es la necesidad de ayuda de otros para realizar las actividades básicas de la vida diaria. Esto puede deberse a una discapacidad física, mental o emocional.

La principal diferencia entre heteronomía y dependencia es que la heteronomía se refiere a la capacidad de tomar decisiones, mientras que la dependencia a la capacidad de realizar acciones. Una persona puede ser heterónoma sin ser dependiente. Por ejemplo, un niño pequeño puede ser heterónomo porque no puede tomar sus propias decisiones, pero no es dependiente porque puede realizar las actividades básicas de la vida diaria con la ayuda de sus padres.

Una persona también puede ser dependiente sin ser heterónoma. Por ejemplo, alguien con una discapacidad física puede ser dependiente ya que necesita ayuda para caminar, pero puede ser heterónoma en el sentido de que puede tomar sus propias decisiones.

Autonomía y pensamiento crítico.

Pensamiento crítico. La autonomía y el pensamiento crítico están estrechamente relacionados, dado que la autonomía es la capacidad de tomar decisiones y actuar de forma independiente, mientras que el pensamiento crítico es la capacidad de pensar de forma reflexiva y razonada.

El pensamiento crítico es una herramienta esencial para la autonomía, ya que permite que evaluemos la información de forma crítica y tomemos decisiones informadas. Cuando somos capaces de pensar críticamente, somos menos propensos a ser influenciadas por factores externos o internos, y más capaces de tomar decisiones que están en línea con nuestros valores y objetivos.

Por otro lado, la autonomía es un requisito previo para el pensamiento crítico. Necesitamos ser capaces de pensar por nosotros mismas para poder evaluar la información de forma crítica. Al no ser autónomos, somos más propensos a aceptar la información sin cuestionarla, lo que puede conducir a decisiones poco reflexivas o incluso peligrosas.

Es importante favorecer el pensamiento crítico como forma de fortalecer la autonomía en todas las edades, ya que son habilidades esenciales para una vida plena y satisfactoria. Para ello es recomendable tener en cuenta estos factores:

• Una educación que fomente el pensamiento crítico y la resolución de problemas.

• Un entorno que promueva la libertad de expresión y la participación.

• La oportunidad de experimentar y aprender de los errores.

La autonomía y las personas mayores.

La autonomía es importante para las personas mayores porque les permite desarrollar su vida de acuerdo con sus preferencias y valores, a mantenerse activas y participar en la sociedad y además reduce el riesgo de dependencia.

Al conservar su autonomía, la persona puede elegir dónde vivir, tomar decisiones sobre su salud e involucrarse en actividades sociales o culturales.

La autonomía puede verse afectada por una serie de factores, como la salud, la capacidad física y las circunstancias económicas. Sin embargo, hay muchas cosas que las personas mayores, sus familias y sus cuidadores pueden hacer para promover la autonomía.

*Especialista en entrenamiento cognitivo y creadora del Espacio Rejuvenate.

1. A – E – E – P – R – S – T – U

¿Puedes escribir tres palabras de 8 letras utilizando estas letras?

2. ¿Cuál es el significado de la palabra SOLITUD?

• Acción y efecto de solicitar.

• Carencia de compañía.

• Cualidad de sólido.

3. Encuentra las palabras que responden a estas definiciones:

1. Aspecto de una persona. 2. Objeción. 3. Aspecto favorable. 4. Río europeo. 5. Consonante.

Cada palabra se forma quitando una letra a la anterior. Con las letras que se quitan, se forma una palabra que responde a la siguiente definición: “Ave zancuda”.

Respuestas:
1. Espuerta. Puestera. Repuesta.
2. Carencia de compañía.
3. Porte. Pero. Pro. Po. P.
Palabra extra: Tero.

Conocé a nuestra columnista

Ana Abbona Santín

Creadora del Espacio Rejuvenate de Entrenamiento Cognitivo.
Whatsapp: 099 22 05 54
Mail: [email protected]

Ante cualquier duda o inquietud, podés contactar a Rejuvenate a través de su página www.rejuvenateuruguay.com