Redacción El País
La atleta Emma Maria Mazzenga tiene 92 años y se está quedando sin rivales. “En Italia quedo solo yo", le dijo al medio estadounidense The Washingon Post, y luego agregó: "En el campeonato mundial, éramos solamente yo y una norteamericana”.
La italiana poseedora de cuatro récords mundiales de atletismo en su categoría no tiene en sus planes dejar de competir, y su gran estado físico a su edad ha llevado a científicos a preguntarse cuál es su secreto para una vida tan saludable y longeva.
El récord mundial que condujo al salto a la fama
Según el mismo medio estadounidense, citado en un artículo de La Nación (GDA), la atleta nacida en 1933 obtuvo el año pasado el récord mundial de 200 metros al aire libre en la categoría de mujeres mayores de 90 años, logrando una marca de 51,47 segundos. Un mes después, subió el listón superando su propio récord por uno segundo, compitiendo contra sí misma.
En enero de este año, Mazzenga rompió el récord mundial de 200 metros en pista cubierta para su categoría etaria con una marca de 54,47 segundos, y ahí estalló su popularidad. La propia deportista le contó al The Washingon Post que terminó en los diarios, y que ahí fue cuando "el caos se desató".
El interés de la comunidad científica en el caso de Mazzenga
Científicos italianos y estadounidenses han comenzado a examinar sus músculos, nervios y hasta las células de Mazzenga para entender cómo puede seguir corriendo a sus 92 años, indicó el relato de The Washingon Post realizado por los periodistas Teddy Amenabar y Stefano Pitrelli.
Aseguran que, a pesar de su edad, su capacidad cardiorrespiratoria es similar a la de una persona de 50 años y las mitocondrias (de donde proviene la energía de las células) en sus músculos funcionan como los de una persona sana de 20 años.
La investigadora de posdoctorado de Universidad de Marquette en Estados Unidos, Marta Colosio, fue la primera autora de un estudio que utiliza el caso de Mazzenga para entender cómo son los cambios musculares que ocurren con la edad, y le dijo a The Washingon Post que la atleta italiana hace cosas que "a los 92 años la gente no puede hacer.
Mazzenga era el "sujeto perfecto para nuestro proyecto", indicó Simone Porcelli, codirector del estudio y profesor adjunto de fisiología humana de la Universidad de Pavía (Italia), quien fue coordinador de un estudio que medía el funcionamiento físico de 100 adultos de mediana edad y adultos mayores en Italia, según The Washingon Post.
Chris Sundberg es director del Laboratorio de Fisiología Muscular y Energética Integrativa de la Universidad de Marquette y codirige el estudio de atletas de élite longevos centrado en Mazzenga. Según Sundberg, citado por el mismo diario de EE.UU., Mazzenga accedió a participar siendo sometida a análisis y pruebas. El investigador destacó que este estudio puede ayudar a comprender mejor las posibilidades que ofrece la vejez.
“Ya sea por genética, por estilo de vida, o por una combinación de ambos, en ella esa comunicación entre el cerebro, los nervios y el músculo se mantuvo a un nivel mucho más saludable que el que solemos observar en una persona de 90 años”, indicó Sunberg, de acuerdo con The Washingon Post.
Los hallazgos preliminares de la investigación se presentaron a principios de año en Estados Unidos e Italia, y de ahí saldrán tres artículos que serán enviados a revistas académicas para ser revisados por sus pares en la comunidad científica.
Hábitos saludables que Mazzenga ha mantenido toda su vida
Según The Washington Post, Mazzenga corre en pista desde que tiene 19 años.
Después de recibirse, casarse y tener dos hijos, etapa de su vida en la que dejó de correr, retomó la práctica a los 53 años.
Hoy, con 92, corre dos o tres veces por semana, dice el medio estadounidense. Cuando no corre, sale a caminar.
Entrena en pista durante casi una hora cada vez que lo hace, y dejó un consejo para otros atletas de avanzada edad: “Conozcan sus límites. Primero, consulten con su médico para asegurarse de que están en forma como para empezar a correr. Después, sean constantes, corran varias veces por semana”, cita The Washington Post.
Con información de La Nación/GDA
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