La hipertensión es una condición médica crónica que se caracteriza por elevar la presión y fuerza de la sangre contra las paredes de las arterias, lo que implica que el corazón tenga que esforzarse para poder bombear el líquido a través de los vasos.
Esta enfermedad puede durar varios meses o años, por lo que, de no ser tratada a tiempo, es probable que ocasione daños a largo plazo en los órganos vitales del cuerpo, afectando de forma significativa la calidad de vida de las personas.
Si bien no es una patología con cura, en 1989, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Sociedad Internacional de Hipertensión Arterial incluyeron algunas recomendaciones para disminuir los riesgos en la salud cardiovascular.
En ese sentido, las entidades también descubrieron que hay casos en los que esta condición puede no presentar síntomas, por lo que la manera más efectiva para detectarla es hacer un seguimiento constante de la presión arterial, especialmente en pacientes de edad avanzada, con causas genéticas, sobrepeso, falta de actividad física o que consumen alcohol en exceso.
De acuerdo con el Illinois Department of Public Health en Estados Unidos, incorporar una rutina de ejercicio reduce las posibilidades de padecer una enfermedad cardiaca coronaria, un derrame cerebral, cáncer de colon, diabetes e hipertensión alta.
Conforme a ello, la agencia estatal destaca que la actividad física no necesariamente debe ser vigorosa, sino que, por el contrario, pueden ser movimientos suaves que permitan acumular el tiempo, hasta que la persona se sienta preparada para afrontar retos más prolongados.
¿Cuál es la cantidad de ejercicio ideal?
Según una investigación realizada por la Universidad de California en San Francisco, Estados Unidos, los seres humanos suelen llevar a cabo rutinas deportivas cuando se encuentran en la etapa de la juventud, pero con el paso de los años pierden el interés y abandonan por completo este hábito.
Sin embargo, los expertos identificaron que aquellos individuos que cumplen con cinco horas de ejercicio a la semana tienen mejoras significativas en la circulación de la sangre y la salud cardiovascular, lo que reduce el riesgo de sufrir de hipertensión arterial.
Los investigadores también concluyeron que la manera más efectiva para ayudar con el funcionamiento del corazón es adoptar movimientos que mantengan activo el organismo, en lugar de practicar actividades que generen estrés muscular y repeticiones cortas.
En vista de esto, es importante tener en cuenta que la presión arterial alta es un factor de riesgo importante en los accidentes cerebrovasculares, por lo que se recomienda consultar con un profesional las complicaciones y estrategias para prevenir cualquier problema adicional.
Stephany Guzmán Ayala/El Tiempo GDA
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