Comenzó la temporada de avistamiento de la ballena franca austral, que se deja ver en varios tramos de la costauruguaya. Generalmente este periodo va desde finales de julio o principios de agosto, hasta aproximadamente el mes de octubre.
La ballena Franca Austral realiza anualmente largas migraciones. En verano y otoño se alimenta en las aguas frías cercanas al talud del Mar Argentino e Islas Subantárticas. Durante el invierno y la primavera, migra hacia aguas templadas en los golfos norpatagónicos, el sector norte del Mar Argentino, Uruguay y el sur de Brasil, donde se reproduce.
Los animales son visibles para aquellos que estén o quieran acercarse a la costa en busca de un espectáculo gratuito que solo cuesta paciencia y seguramente algo de abrigo, para enfrentar las bajas temperaturas de la época.
Desde el año 2002 la Organización para la Conservación de Cetáceos (OCC), propuso la “Ruta de la Ballena Franca”, un producto turístico en sí mismo, desarrollado como circuito costero interpretativo a través de los sitios estratégicos como, por ejemplo, faros, plataformas interpretativas, elevaciones naturales en diferentes puntos.
Consejos para verlas mejor.
La OCC brinda cada año algunos consejos para disfrutar del paso de las ballenas: uno de ellos es que el mejor momento del día para intentar verlas es durante la mañana, siguiendo por el atardecer. Otro dato a tener en cuenta es que si no hay viento o es muy suave, habrá más chances de que aparezcan y sean visibles.
Otra recomendación es prestar atención a ciertos detalles del ambiente que indican que las ballenas están cerca de la costa: se ven aves en la zona u otros animales que se muestren agitados en el mar, puede ser indicio de que ellas estén en la zona. Otra clave es afinar el oído: lo que más se distingue a la distancia, para quien está observando, es el soplido de estos animales, que se nota claramente sobre el agua.
La ballena franca austral tiene dos características particulares: respira mediante dos orificios nasales llamados espiráculos (a diferencia de los delfines que tienen 1 solo espiráculo), por ello cuando exhalan el aire, una nube de vapor y el agua acumulada en la superficie se levanta en forma de V, superando los 3 metros de altura; presencia de callosidades: parches de piel engrosadas, ubicadas en distintas partes de la cabeza y mandíbula, y cubiertas por ciámidos (crustáceos) que le dan una distintiva coloración blanca.
Para lograr divisarlas mejor y disfrutar del show, siempre es recomendable el uso de binoculares o una cámara de fotos con buen zoom.
El abrigo es esencial, por lo que llevar abrigo es necesario, ya que a veces para verlas se pasa mucho rato sobre la costa. Esto sucede porque estas ballenas pueden permanecer hasta 15 minutos bajo el agua.
Los mejores puntos para ver ballenas.
En Uruguay, los mejores lugares para ver ballenas en esta temporada que comienza a fines de julio y va hasta octubre son los departamentos de Maldonado y Rocha, más precisamente entre Piriápolis y Chuy. A lo largo de toda la costa existen sitios estratégicos, que son elevaciones naturales como médanos o construcciones como faros, que facilitan la visibilidad.
Algunas de las zonas principales, por ejemplo, son: el Cerro San Antonio, Punta Colorada, Punta Negra, Punta Ballena, el faro de José Ignacio, el faro de Cabo Santa María, Cerro de la Virgen, La Pedrera, Cabo Polonio y Aguas Dulces.
Una especie protegida.
La ballena franca austral es una especie protegida en el presente. Sin embargo, fue una de las ballenas más cazadas extensivamente por la caza comercial y estuvo a punto de llegar a la extinción a mediados del siglo 19.
Estudios recientes indicaron que antes de la caza de ballenas, la población de ballena Franca Austral en el Hemisferio Sur era de alrededor de 70.000 individuos. Hacia la década del 1920, quedaban sólo alrededor de 300 individuos en todo el mundo. Actualmente, gracias a enormes esfuerzos globales para su conservación las poblaciones de ballena Franca Austral han aumentado a aproximadamente 12.000–15.000 individuos,
Desde hace años, Uruguay unió su voluntad a tales esfuerzos: en 2008 regresó a la Comisión Ballenera Internacional (organismo mundial encargado de la conservación de las ballenas y la gestión de la caza de ballenas) y en el año 2013 declaró el mar territorial uruguayo como Santuario de Ballenas y Delfines (Ley 19.128), donde se prohíbe la caza, persecución, pesca, apropiación o sometimiento a procesos de transformación de cualquier especie de cetáceos.
La ballena Franca Austral mide entre 13 y 18 metros y puede pesar entre 40 y 106 toneladas. Su longevidad aún es una incógnita. Se presume que puede ser entre 50 a 70 años.