Redacción El País
Aunque muchas personas aseguran rendir mejor durante la noche, la evidencia médica indica que este hábito no favorece al organismo. El médico Jesús Costa —especialista en homeopatía y psiconeuroinmunoendocrinología— explica que el cuerpo humano está diseñado para funcionar de día y descansar de noche, y que alterar ese ritmo puede tener consecuencias en la salud física y mental.
Dormir es algo que no se valora lo suficiente, advierte el experto. Mientras dormimos, se activan procesos clave para el bienestar general: el sistema inmunológico se equilibra y el cerebro elimina desechos gracias al sistema glinfático, una red que cumple una función similar al sistema linfático, pero en el sistema nervioso. Este proceso de depuración ocurre principalmente durante la fase de sueño profundo, entre la una y las cuatro de la mañana, por lo que Costa insiste en la importancia de estar dormidos en ese horario.
Según el médico, que es fundador y director de Medicina Biologica Vitalista, para alcanzar un descanso reparador conviene mantener una rutina estable: cenar alrededor de las ocho de la noche y acostarse cerca de las once. De esa forma se favorece la transición hacia el sueño profundo.
Además, señala que la melatonina —una hormona clave en el ciclo del sueño— no sirve únicamente para conciliarlo, sino también para hacerlo más profundo y ayudar a reducir la inflamación cerebral, proceso que puede agravarse por dormir poco o por un desequilibrio intestinal. Esa inflamación del cerebro, explica, puede manifestarse en dolencias y enfermedades. Por eso, recalca: dormir bien no es un lujo, sino una necesidad biológica.
En cuanto a quienes aseguran ser más productivos por la noche, Costa aclara que, aunque lo sientan así, no significa que sea saludable. Los humanos somos seres diurnos. Durante el día nos movemos, comemos y nos inflamamos; durante la noche, nos desinflamamos y nos depuramos, sostiene. Por eso, recomienda ajustar los hábitos para favorecer el descanso natural del cuerpo.
Finalmente, el experto advierte sobre el uso de pantallas antes de dormir. La luz de los dispositivos altera la calidad del sueño, por lo que aconseja evitar su uso en el dormitorio. En su lugar, recomienda leer un libro con luz tenue y mantener la habitación oscura y fresca, con una temperatura cercana a los 20 grados.
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