William Rey es arquitecto, profesor de Historia de la Arquitectura Nacional (grado 5), responsable académico del Diploma de Especialización en Intervención en el Patrimonio Arquitectónico.

A su entender, Uruguay debe ejecutar rápidamente cambios en la forma en la cual administra y gestiona el patrimonio. “No es lo mismo administrar uno que dos bienes que son Patrimonio de la Humanidad”, dijo en diálogo con El País.

Rey, que fue el coordinador académico del proyecto de postulación ante la Unesco del Frigorífico Anglo, expresó que el reciente ingreso de ese sitio a la lista del organismo internacional, y por lo tanto la consolidación de un segundo ícono uruguayo en ese selecto grupo, “obliga a ciertos cambios institucionales que deben ir de la mano de un cambio en la ley de Patrimonio”.

“Es necesario contar con más presupuesto, pero sobre todo hace falta más infraestructura en sentido general. Faltan más recursos humanos; hace falta un mayor fortalecimiento institucional de la Comisión del Patrimonio”, subrayó el arquitecto.

Según Rey, Uruguay “tiene que entender” que posee “una base institucional muy débil”. “Los recursos económicos y humanos que destina al cuidado del patrimonio deben fortalecerse”, expresó.

Consultado sobre la tarea de la Comisión del Patrimonio, dependiente del Ministerio de Educación y Cultura, dijo que la misma “hace todo lo posible, pero tiene limitaciones”. “La Comisión puede tener un muy buen respaldo político, pero necesita crecer en recursos económicos, en recursos operativo-instrumentales, y recursos humanos. Tiene que ser una institución de otra escala, sobre todo si queremos aumentar el número de bienes que integran la lista de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco”, comentó.

Rey se detuvo en resaltar que el reconocimiento que tienen Fray Bentos y Colonia es sumamente prestigioso, y destacó que es el mismo que ostenan obras tales como las pirámides de Egipto. Ante eso opinó que, a veces, en Uruguay falta “ser conscientes de estas cosas”. “Hay sensibilidad por el patrimonio, pero falta algo más permanente: falta generar una cultura del patrimonio”.

PATRIMONIO COLONIAL EN PELIGRO