En los primeros siete meses de gobierno, el ministro de Trabajo Ernesto Murro ha sido uno de los secretarios de Estado con más desgaste, por el alto índice de conflictividad y la ronda de Consejos de Salarios.

Murro disertó ayer durante una hora en el tradicional almuerzo de la Asociación de Dirigentes de Marketing (ADM) y no sólo devolvió varios de los dardos que ha recibido, sino que además defendió a capa y espada el transcurso de la actual ronda salarial.

El ministro reconoció que lo sorprendió el alto nivel de conflictividad, la "rapidez" con la que se generaron algunos conflictos, y la "intensidad" de otros. "En muchos países del mundo es habitual darle tiempo al gobierno que empieza, quizás acá como venimos por tercera vez se suponía que teníamos que arrancar de entrada, y así estamos, esta es la realidad que nos ha tocado. Soy hormonalmente optimista", sostuvo ante empresarios.

Apoyado en una diapositiva que afirmaba que el tiempo promedio de negociación en los Consejos de Salarios ha sido cuatro meses y medio, el ministro descartó que el avance de la ronda sea más lento de lo previsto y que exista un "trancazo".

"Algunos medios se han hecho eco del supuesto trancazo de la negociación, pero me animaría a decir que el tiempo promedio será inferior al promedio histórico", aseguró con tono desafiante.

Murro recordó que van dos meses y medio y presentó los resultados: salud privada (médicos y no médicos) panaderías, básquetbol y pilotos aéreos están firmados. Hay acuerdo en aeroaplicadores, preacuerdo en saladeros y secaderos, malterías, transporte urbano y suburbano de pasajeros, y la negociación está avanzada en zonas francas e instituciones deportivas. Actualmente se negocian 57 convenios salariales.

"Las pautas no eran tan malas. Algunos de los sectores que más criticaron son los que primero firmaron", aseguró.

Ante la pregunta de si la conflictividad había afectado la imagen del presidente Tabaré Vázquez, Murro se desentendió. "Yo no sé si esto ha afectado la imagen presidencial. Creo que esto se va a ir encaminando, que el gobierno ha dado algunas señales. Cuando con los compañeros del Ministerio de Economía y Finanzas dijimos que en la enseñanza pública los aumentos por encima del IPC se dan si hay convenio, yo creo que es una señal clara. Y no solo para los funcionarios de la enseñanza, es clara para el país".

El ministro contó que muchos conflictos se han solucionado por los negociadores de la cartera o por una llamada telefónica. "La mayoría de los dirigentes sindicales y empresariales de este país tiene mi celular, el de Juan Castillo (director nacional de Trabajo), el de Gerardo Rey (inspector de Trabajo) y nos llaman y contestamos. Y a veces hay cosas que se arreglan así", dijo.

Ante el auditorio de empresarios y autoridades, Murro admitió que lo "enojan mucho" las ocupaciones que se resuelven como primera medida de lucha y los "incumplimientos" de acuerdos. "Me enojó mucho cuando el 1° de abril un empresario de Salto firmó que iba a pagar en 48 horas $ 100.000 a cuatro trabajadores y el 6 de abril vino y dijo que no pagaba nada porque no se le antojaba. Fue la primera empresa multada por incumplimiento (...) Por eso desde el Ministerio de Trabajo, en grandes conflictos, hemos insistido en que se incluyan cláusulas de previsibilidad a futuro", insistió el ministro.

Los profesores faltaron al 4% de las clases, lo que equivale a unas 220.760 horas docente. Solo el 50% están justificadas por enfermedad. Durante el año lectivo 2014 se registraron, además, 337.154 faltas de maestros de Educación Inicial y Primaria.

Con el objetivo de solucionar el ausentismo en la educación pública, el gobierno propuso, en el marco de la negociación colectiva, una partida por presentismo. "La Asociación de Supermercados mejoró el ausentismo con una partida por presentismo y hay otras experiencias", dijo el ministro de Trabajo, Ernesto Murro, en el tradicional almuerzo de la Asociación de Dirigentes de Marketing (ADM).

Murro reconoció que las certificaciones aumentaron este año y que "hay situaciones para atender".

El ministro de Trabajo negó que exista “trancazo” en la negociación salarial