Desde hoy los clientes de la filial local del israelí Discount Bank pasarán a ser atendidos por la filial local del canadiense Scotiabank, si bien durante seis meses deberán dirigirse a su sucursal.

El traspaso se concretó en la medianoche del sábado hacia el domingo, luego que el Poder Ejecutivo autorizara la transferencia de activos y pasivos de Discount a Scotia, tal como adelantó El País el pasado jueves.

Una fuente del Scotiabank había dicho a El País que comienza "un período de integración durante el cual ambos bancos continuarán operando en forma paralela" lo que "llevará por lo menos seis meses, tras lo cual se pasará a la integración de todas las operaciones y servicios bajo el modelo Scotiabank".

Más allá de eso, la operativa es otro aumento en la concentración del negocio bancario.

"En 1998 habían 23 bancos en la plaza uruguaya" y desde hoy "habrá 11 bancos, de los cuales hay sólo nueve privados", señala un informe elaborado para El País por el asociado senior de Ferrere Abogados, Javier Domínguez y por la economista de CPA Ferrere, Cecilia de Brun.

"Esta disminución se enmarca en un cambio en la estrategia de las instituciones bancarias, donde los bancos activos internacionalmente han abandonado en muchos casos los esquemas de presencia global para mantener únicamente las operaciones en países que sean rentables", explican.

"Adicionalmente, luego de la crisis de 2008 el sistema bancario está sujeto a una regulación más exigente, que entre otras cosas, ha derivado en mayores requerimientos de capital en las economías avanzadas. De esta forma, algunos sellos internacionales se han desprendido de parte de sus operaciones en países emergentes con el objetivo de cubrir los crecientes requerimientos de capital y liquidez en sus países de origen", añaden.

Previo a la crisis financiera internacional de 2008 el negocio de los bancos locales era relativamente sencillo. Captaban depósitos en Uruguay pagando tasas bajas, cercanas a 0% y los colocaban en valores o instituciones bancarias del exterior a tasas más altas. La diferencia, era la ganancia.

"Sin embargo, este negocio se vio afectado por la baja en las tasas de interés" efectuadas por la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos —que las llevó a 0%-0,25%— "para mitigar los efectos de la crisis", recuerdan Domínguez y De Brun. "De esta forma la colocación de activos en el exterior dejó de ser una opción rentable para los bancos locales" y tuvieron que "redireccionar su modelo de negocio para enfocarse en el mercado local", añaden.

Por eso, la estrategia de "algunos" fue la de "comprar otros bancos locales con la finalidad de aumentar su escala (tamaño) y lograr mayor eficiencia, bajo la premisa que a mayor escala mayor retorno", afirman.

"En esta misma línea, otros optan por adquirir empresas administradoras de crédito, que si bien están reguladas por el Banco Central, tienen menores costos laborales y menores exigencias de capital y de previsiones. Por lo tanto, un crédito otorgado por éstas es más barato que si lo otorgara un banco, lo que redunda en un mayor retorno. Además, las empresas administradoras de crédito tienen una llegada más directa al cliente minorista, que por lo general paga mayores tasas de interés que una empresa", dicen Domínguez y De Brun.

Además, "la adquisición de bancos por otros bancos, está favorecida por una norma especial que permite la transferencia a título universal de todo el patrimonio de uno a otro a través de un procedimiento más sencillo que si se tratara de la fusión de dos empresas comunes, y con exoneraciones tributarias", expresan.

Estos cambios de estrategia, "toman mayor relevancia si se considera que la reciente ley de Inclusión Financiera está imponiendo nuevos desafíos a los bancos al tener que pasar a competir con otros actores y productos y tratar con clientes que cada vez estarán más informados. En consecuencia, podemos esperar seguir teniendo noticias de cambios en las estrategias de negocios de los bancos", finalizan.

está operativa la fusión de Scotiabank con el Discount que concentra la plaza