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El conjunto de empresas uruguayas que tiene sus negocios expuestos al mercado Argentino, mientras ese país aplica trabas a las exportaciones, da empleo a casi 43.000 personas, según un estudio de CPA/Ferrere, al que accedió El País.

El trabajo procesa la ocupación de las industrias que mantienen negocios con el mercado argentino de manera intensa.

Se trata de las que fabrican prendas de vestir, papel, cartón ondulado, envases y artículos de papel, realizan actividades de encuadernación, impresión, edición y grabación. También la fabricación de jabones, artículos de limpieza, productos de plástico, vehículos automotores, carrocerías, cúpulas, fabricación de motocicletas y bicicletas.

"No estamos diciendo que haya 43 mil puestos de trabajo comprometidos, estamos diciendo que las industrias que tienen exposición argentina ocupan a 43 mil personas. En realidad, muchas de esas empresas, seguramente no solo exportan a Argentina, sino que también lo hagan a otros destinos de la región, como Brasil", dijo a El País el socio de CPA, Gabriel Oddone.

En tanto, el gobierno descartó una misión conjunta a Argentina con el Pit-Cnt y las cámaras empresariales (ver nota aparte).

MERCADO. Uruguay coloca en Argentina aproximadamente 7% del total de sus exportaciones. Son cerca de US$ 580 millones, lo cual no implica "una cifra significativa en el volumen total de exportaciones que Uruguay tiene", a juicio de Oddone.

Sin embargo, el comercio de bienes con Argentina tiene un impacto alto en el empleo.

El analista de CPA advierte también que las ventas de empresas uruguayas hacia Argentina "difícilmente" puedan ser derivadas a otros mercados que no sea Brasil, por ejemplo, aunque el gobierno de Dilma Rousseff también aplica medidas proteccionistas para contener embates de la crisis mundial. ¿Por qué? "Por dos razones. La primera es que Uruguay mantiene desde muy larga data un acuerdo de vigencia del Cauce, de los años `70, acuerdos preferenciales arancelarios, que le permiten ingresar la producción uruguaya con ventajas competitivas respecto de terceros competidores. Cuando se desarrolla un comercio de tan largo plazo con ventajas comerciales, lo que hay a esta altura del partido es una imbricación de las cadenas de producción", explicó Oddone.

De acuerdo a los datos que maneja la firma, 60% de las exportaciones uruguayas que están dirigidas a Argentina pertenecen a un grupo de unas 25 o 30 empresas.

Es decir que el resto (en total son 300 las que exportan hacia el vecino país) lo hacen en montos "muy chicos".

"Fijate que de estas 25 o 30 las que exportan más, exportan US$ 50 o US$ 60 millones al año. Estamos hablando de montos chicos, y esa es una ventaja que Uruguay tiene", estimó Oddone.

En contrapartida, del total de las importaciones argentinas, las que llegan de Uruguay son el 0,82%.

Si fuera empresario y exportara productos hacia Argentina, Oddone no "confiaría toda la suerte" en la negociación política bilateral, manejada "muy discrecionalmente por las autoridades argentinas (...) Yo ya me hubiera imaginado un plan B, C o D", dijo.

CPA/Ferrere estimó que el proteccionismo de la región, sobre todo el de Argentina, afectará el crecimiento de Uruguay en 2012, y es por ello que ha revisado sus proyecciones para el año.

Meses atrás proyectaban 5%, pero con la corrección la expectativa de crecimiento se ubica en 4,3%. Para ello juntaron tres elementos: la desaceleración del crecimiento de Brasil y Argentina, las medidas proteccionistas ante la coyuntura de crisis internacional, y que Uruguay esté hoy "solo" 6% más "barato" en relación al promedio histórico de los dos países.

de las exportaciones uruguayas que se dirigen hacia Argentina se concentran en la actividad de 30 empresas.

más barato en el promedio histórico son actualmente los precios uruguayos frente a sus similares de Argentina y Brasil.

es la proyección de crecimiento de la economía uruguaya de la consultora CPA/Ferrere, que la corrigió a la baja por las trabas.

Desde 2009 el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner impone "licencias no automáticas" al ingreso de productos desde el exterior, con un plazo de 60 días para su estudio. A ello se suma un obstáculo de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), que consiste en recibir el aval del subsecretario de Comercio Exterior, Guillermo Moreno, a cada una de las licencias que logran pasar la primera barrera.

El sector de la vestimenta es el más afectado por estas trabas. Se estima que cerca de US$ 10 millones en productos tienen trancado su ingreso al mercado del vecino país.

Superan el millar los trabajadores que han sido enviados al seguro de paro por parte de sus empresas, afectadas por las restricciones comerciales.

El gobierno uruguayo anunció el miércoles un paquete de 14 medidas paliativas, que consisten en subsidios y descuentos.

El Poder Ejecutivo descarta el envío a Argentina de una misión integrada por autoridades del gobierno, dirigentes de las cámaras empresariales, del Pit-Cnt y de la oposición para negociar con el gobierno de Cristina Fernández una salida a las trabas comerciales.

En el Ejecutivo asumen que las exportaciones a Argentina van a reducirse en lo inmediato, pero estiman que en dos o tres meses baje la intensidad de las medidas y antes de esto se solucione el ingreso de algunos productos uruguayos dijeron fuentes del gobierno.

El Ejecutivo considera inviable que el gobierno argentino siquiera reciba a una delegación que incluya a sindicalistas y empresarios.

Si el Pit-Cnt envía una delegación lo lógico es que se reúna con dirigentes sindicales; si las cámaras viajan que se encuentren con dirigentes de las cámaras argentinas, dijo a El País un jerarca de gobierno cercano al presidente Mujica. "El comercio con Argentina puede ser peor que el año pasado, pero si baja no será demasiado. El agua no llegará al río y eso lo sabe la oposición", agregó.

Por ello, el gobierno mantendrá su esquema de negociar mediante un equipo integrado por el subsecretario de Economía Luis Porto, el director de Industrias Sebastián Torres, el director de asuntos de integración y Mercosur de la Cancillería Álvaro Ons, y el embajador en Argentina Guillermo Pomi.